viernes, 28 de diciembre de 2012

#13

Estoy en cuarto de la E.S.O., tengo 15 años, y de mayor quiero ser tatuador, pero la gente no me lo pone fácil. En mi clase estamos solos una amiga y yo, mientras el resto de mi clase está en grupo. La quiero mucho, y por eso no la quiero perder.
Cuando toca el timbre no voy a casa, no, voy a un sitio que no me gusta. Me pongo botas de trabajo y ropa de obra, y con el hambre de 6 horas sin probar bocado ayudo a mi cansado padre en su trabajo de obras. Dice que su trabajo es muy cansado, y que no tiene porque hacerlo el todo. En parte siento que tiene razón, pero no se, necesito descansar. Yo cumplo con mi obligación, a pesar de que cada día se me hace más pesado el estar en ese asqueroso sitio, en el que se ríen de mi y me insultan.
Hay un chico en mi clase, Pablo. Él es muy guapo, ya mide 1,8 metros, es moreno, ojos verdes, tiene unos abdominales muy definidos y todas las chicas quieren salir con el, mientras que a mi me desprecian por tener una madurez superior a la que debería tener a mi edad.
Se que a esta edad ya tengo que empezar a salir por la noche, es más, tendría que salir por el día, cosa que no hago. Mas que nada porque prefiero quedarme en casa leyendo libros de historia, pues tengo una extraña adicción por la historia naci, me fascina todo lo relacionado con ella. Se puede decir perfectamente visto desde los demás adolescentes de mi edad que soy un prototipo de "friki", pero yo solo me veo como una persona que tiene talento, y que tarde o temprano, revolucionará al mundo, seré grande.
Es enero y empiezo la segunda evaluación en este curso. Tenemos que hacer un trabajo por grupos de cuatro en historia, y como siempre que elige la profesora los grupos me pongo a temblar, sabiendo que me va a poner con gente con la que no me llevo para que me relacione, pero eso no es lo que quiero, yo lo que quiero es hacer el trabajo solo o con mi amiga, me da igual tener que hacer el doble. No me parece justo que tenga que ir con los subnormales de turno que se meten conmigo solo porque la profesoras tenga "fe" en mi.
En este estúpido me tocó con Jandro, Bea y Sara, con gente a la que no soporto.
Jandro es un chico alto y bastante guapo, no es como Pablo, pero le tengo bastante envidia, sobretodo cuando me mira y me dice, "¡Pequeño!, vete a jugar a otro sitio anda." cuando lo único que hago para que me diga eso es ser el más bajito de clase.
Bea es una chica normal, no es nada del otro mundo. Pero no comprendo bien como puede tener tantos chicos detrás y sacar notas mejores que las mías. Yo siempre pensé que las notas iban ligadas a tu "popularidad", pero no entiendo muy bien como está organizada mi instituto. Tal vez no lo entiendo, porque no formo parte de ningún grupo.
Queda Sara, que es una chica normal y corriente. No habla con demasiada gente pero sabe relacionarse en grupo, parece que aprovecha la mas mínima oportunidad para relacionarse, ya que le cuesta. Pero no se meten con ella, y tiene a sus amigos en otras clases, cosa que yo no tengo.
En este trabajo no se están metiendo mucho conmigo, más que nada porque pretenden que haga yo la mayoría, y eso me fastidia mucho. Pero no voy a protestar ni reclamar a la profesora, me tengo que fastidiar y punto.
Últimamente estoy muchas más deposiciones de lo normal, creo que tengo diarrea. Algunas veces mis deposiciones tienen sangre. Esto primero no me asusta, pero lo segundo si, aunque seguramente sea consecuencia de las obras y no tenga importancia
Mi amiga es perfecta, es como la persona que me anima cada día, la única persona que sabe mis estúpidos problemas, ya que no tengo a nadie a quien contárselos, y me ayuda bastante con ellos. La quiero tanto, no la cambiaría por nada de este asqueroso mundo y menos por nadie de este asqueroso instituto.
Mi familia es una familia normal, se podría decir que acomodada. Aunque siempre me sorprende la tacañería de mis padres, pues "de un vaso roto fabrican unas lentes". Puede que esta última expresión no sea la más adecuada para describirlos en este aspecto, pero creo que lo envuelve bastante bien.
Últimamente no tengo nada de hambre, pues el otro día después de ir al instituto y de ir a trabajar llegué a casa completamente sin hambre. Llegué me di una ducha y me eché a dormir.
Mi madre cree que tengo algún tipo de trastorno alimenticio porque nunca como nada, pero se perfectamente que no lo tengo, nunca me importó lo mas mínimo mi físico, solo es que nunca tengo hambre, absolutamente nunca, y si, ya se que es malo perder tanto peso para mi salud y que pierdo nutrientes y todo eso que sabe Dios que lleva, pero es que quiero comer, pero me veo incapaz.
Llevo dos días sin ir a clase y a trabajar pues me encuentro bastante mal, no como y vomito continuamente, sin ninguna razón aparente. Aparte de todo lo que estuvo pasando estos días por lo que me encontraba mal, ahora, y de repente también tengo un dolor en el abdomen constante. Mi madre me va a llevar esta tarde al médico, pues no tengo fiebre, y está bastante asustada, aunque yo le repito que solo tengo que descansar, que no es nada.
Estoy en el hospital, el médico está bastante preocupado y aún no nos dijo el por qué. De repente y sin dar explicaciones me mandan a otro sala a hacer una colonoscopia, estoy bastante asustado porque dicen que duele bastante, o eso he oído. El médico me explicó que durante esta prueba me tenían que hacer una biopsia, y para eso necesitan tejido, dice que puedo sangrar un poco, pero que no me preocupe, que eso cesará en poco tiempo. También me advirtió de que voy a sentir bastante dolor, y que tengo que estar relajado para la prueba.
Al acabar de realizar la biopsia me dijo que esa muestra se tendría que enviar a un patólogo, donde en su laboratorio examinará la muestra de tejido y luego nos dará un diagnóstico. Tendremos que esperar unos pocos días para saber el resultado.
Llevo unos días sin ir al instituto y estoy preocupado por mi amiga, ella al igual que yo no tiene a nadie más con quien estar, ni en clase, ni en el recreo, lo debe de estar pasando bastante mal, y me siento mal por dejarla sola.
En casa me están tratando como a un rey, hasta mi padre me pidió perdón por hacerme trabajar con el, pues cree que el es el culpable de mi estado, aunque yo confío en que no, y ya le dije que eso no es así, tal y como el lo plantea.
Ya pasaron unos pocos días desde las pruebas, y nos llamaron para ir mañana a las 10 de la mañana a recoger las pruebas, mis padres están muy nerviosos y preocupados por mi, se lo noto, pero yo confío y vuelvo a confiar en que no tengo nada, creo que todo mi estado es bastante exagerado.
Ya son las 10 de la mañana, y estoy en la sala de espera del hospital, esperando a que el médico me llame para darme el diagnóstico. Como siempre, tarda más de los esperado para atender a sus pacientes. De repente grita mi nombre, y entro junto a mis padres en la sala, el médico parece que abrió la carta con el diagnóstico, y está bastante raro, creo que mis padre tienen razón, y va a ser que tengo algo.
- No se como decirles esto... -dijo el médico con pesadez-
+ Dígalo ya por favor, lo que tenga que tener ya lo tiene, pero no alargues más la espera por favor -dijo mi madre en una angustia en la que rara vez la viera-
- Su hijo, su hijo tiene cáncer de colon, tendrá que someterse a un tratamiento de terapia y tendrá que ser ingresado mañana, además... -dijo el médico aguantando las ganas de llorar-
Mi madre lo interrumpió llorando sin parar, mi padre se hizo el fuerte abrazándola, y yo no reaccioné.
Pedí a mis padres que del instituto solo informaran a mi amiga el por qué de mi ausencia, y a nadie más. Ninguno de esos gilipollas merecen saber porque falto tanto a clase. Y los compañeros para el trabajo que se jodan y que lo hagan ellos solos, sin el pringado de turno que se lo haga.
Estoy en una camilla de hospital cuando de repente entra mi amiga por la puerta, hablamos unas 2 horas, y después se va, prometiéndome una nueva visita, que tanto ella como yo, sabemos que nunca va a llegar.
Y ahora solo soy capaz de pensar en aquella frase, que no sé donde la escuché, ni quien la citó, pero me describe perfectamente, pues "solo sé, que no se nada".
Despierto ante una pesadilla de mi adolescencia, pues no sé por que soñé todo esto, pero me hizo recordar bastantes cosas. Tal vez tenga relación con que me desperté en una camilla de hospital, me desperté donde dejé el anterior capítulo de mi vida, del cual no tengo ganas de recordar absolutamente nada, no lo pasé peor en mi vida que en esa época, y espero no volver a pasarla jamás.
- ¡Se ha despertado! -gritaba una voz de fondo-.

FIN DE LA SEGUNDA TEMPORADA.



jueves, 8 de noviembre de 2012

#12

Me encuentro en una sala, oscura, no veo absolutamente nada. Se encienden las luces, y veo una sala vacía, en la que me siento vacío, es fría y solitaria. Se apagan las luces, se encienden, veo un juguete de cuando era pequeño, se apagan, se encienden , veo un álbum de fotos del pasado, se vuelven a apagar y a encender, y sucesivamente van apareciendo objetos del pasado, una cámara de fotos de carrete, chupetes, sandalias de playa, y demás objetos. De repente se apagan,  se encienden, y aparece mi padre, prácticamente al segundo se vuelven a apagar y encender, y aparece también mi amiga, se vuelven a apagar y encender, y aparecen mis abuelos. Se vuelven a apagar y a encender, y ningunas de esas personas estaba ya en esa sala.
Y aunque la sala estaba completamente abarrotada de objetos, me seguía sintiendo vacío, en una sala que no está vacía.
Estaba soñando, todo esto fue totalmente un sueño. Claramente es imposible que eso, pase en la realidad. Me despierto a las diez de la mañana, y no se que hacer con mi vida, que sigue tan monótona como siempre.  Nada mas despertar fumo en mi pipa, me tomo mi tazón de leche con unas galletas y un plátano, me cepillo los dientes y me tumbo en el sofá mirando cualquier programa mañanero. Pero hoy no, hoy estoy dispuesto a ir al banco y pedir un crédito.
Quiero abrir la puerta para salir a la calle, pero no soy capaz, no soy capaz de salir de aquella cueva habitable. Las manos me empiezan a temblar y pierdo el pulso, enciendo de nuevo mi pipa, y fumo, fumo como vocales que no suenan. Ninguna vocal deja de sonar, todas se escuchan, menos aquella que se ocultan en los diptongos, son importantes, necesarias, pero no suenan en las palabras. Eso mismo es lo que yo siento con la sociedad, del lugar que ocupo en la sociedad.
Me tumbo en el sofá, y sin pensarlo vuelvo a soñar. Estoy caminando por un prado de hierba lila, donde hay un cielo grisáceo con un mar azul. Las flores era amarillas y cantaba genial. Había una mansión, dividida en cinco secciones, la primera es para heteros, la segunda es para gays, la tercera es para lesvianas, y la cuarta es para bisexuales. Luego había una pequeña habitación, que era para zoofílicos, necrofílicos, tafefílicos, pederastas y demás. Gente marginada con problemas que no son normales.
Entro en esa mansión. En la primera sala, la de los heteros había gente de todo tipo. Gente salida pillando cacho, gente salida que no pilla cacho. Marginados, masturbadores compulsivos y demás. Los gays estaban todos desnudos, montándose unos a otros como animales, todo el mundo participado. Las lesbianas parecían lo que no eran. Y los apartados eran totalmente asquerosos, no vale ni la pena describir nada.
De repente un hombre vestido de mujer me empieza a perseguir, me caigo, y me despierto con un grito.
Mis sueños cada vez son más raros, y típicos, sobre todo típicos. Este sueño solo fue una representación de la imagen que tenemos sobre las personas, algo totalmente típico.
No puedo seguir reflexionando sobre sueños estúpidos. Los sueños son sueños, y punto. Si en el fondo solo estoy haciendo tiempo para no pedir la hipoteca, me da demasiado miedo. No me la van a conceder. No tengo trabajo y cobro 470€ de paro. Es imposible que me la den.
Efectivamente, hacen ya 3 horas que fui a pedir la hipoteca. Y nuevamente mis sueños se desvanecen. Podría haber aprovechado aquella oferta, la de aquel hombre. Sería famoso y rico. Pero soy torpe, demasiado torpe. Soy tan torpe que me atraganto con mi propio aliento.
Mi amiga cuando no tenía nada hizo locuras. ¿Yo que hago? No hago nada, no soy capaz de hacer nada.
Abro la ventana de mi piso, miro hacia la carretera, pasan muchos coches.
La gente muere, lo se. Papá muere, mi amiga muere, mis abuelos mueren. A mi madre poco le queda, está muy enferma. Y eso debe de significar algo. Y significa que si todos mueren, yo muero, y si no muero moriré en vida, sin aquello a lo que amo.
A mamá no le gustaría, a papá no le gustaría, a mis "abus" no le gustaría, a mi amiga no le gustarías.
Hace tiempo templado y son las ocho de la tarde, el aire chocante contra mi cuerpo daba frío, mucho frío. Hay un coche bajo mis rodillas, espero caer delante de uno para que sus ruedas pasen sobre mi costado.
Estoy tirado en la carretera, rodeado de gente. La gente grita, los niños lloran abrazados a sus madres, la palabra suicida me arranca poco a poco y lentamente el conocimiento. Me duelen algunas partes de mi cuerpo, y otras no las siento. Solo quiero dormir, para olvidarme de este inmenso dolor.

jueves, 27 de septiembre de 2012

#11

Hoy trabajo como empleado en una pequeña tienda, se parece bastante a la mía, espero que los recuerdos de mi vieja tienda no me vengan a la mente con cada cliente que tatúe.
Entra un primer cliente de color, me dispongo a atenderlo, pero...
+ Deja, este es para mí -dijo mi jefe.
De repente veo como ese cliente, en concreto empieza a recibir un trato especial. El jefe le coloca una silla mucho mejor que la del resto, lo aposenta, deja que esté cómodo, demasiado cómodo. Por un momento me pareció que era un conocido, pero no tiene pinta ninguna.
Aparté a mi jefe un momento para conversar con el, y esta fue nuestra conversación:
- Pero que hace? -dije tomando valor, y al mismo tiempo susurrando-.
+ Calla, este cliente es de color, se sienten ofendidos enseguida, hay que darle tratos especiales, enseguida se sienten ofendidos.
- Perdone jefe, pero creo se equivoca, tienen que ser tratados como nosotros, el color es lo de menos.
+ Calla, tu no entiendes nada de este negocio.
La sangre me empezó a hervir, con un poco de cabreó le dije al cliente que se levantara de su asiento, lo senté un un asiento normal, sin privilegios  ni nada fuera de lo que tenía un cliente normal. El cliente se sentía ofendido, y mi jefe me mandaba miradas que lo decían todo. El cliente se levantó en un cabreó, y me dijo.
+ ¿Que pasa, que ni aquí no puedo ser negro?
- Parece ser que no. -le dije yo-.
De repente mi jefe se rebotó y me empezó a gritar, a lo que yo le respondí que lo que estaba haciendo para mi no era racismo, pero era tratarlo distinto por su color de piel, era "racismo a la raza blanca".
Mi jefe me acabó bajando el sueldo y yo dimitiendo, puede sonar infantil, pero no estoy echo para que me ordenen tener unos principios, dimito, cojo mis cosas, y me marcho entre insultos.
Camino cabreado por la calle cuando veo un anuncio de perfumes donde hay un chico con cuerpo casi perfecto sujetando una fragancia, y digo casi perfecto, porque no creo en la perfección. Cuando miro mi cuerpo fofo y totalmente desperfecto, y pienso automáticamente en un nombre "Sandra", aquella chica anoréxica que vino a tatuarse a mi tienda, que ahora ya no está.
Me dirijo a la floristería a comprar un ramo de margaritas, ya que eran las flores más baratas, y ahora mismo no estoy para hacer gastos innecesarios.
Voy al único cementerio de mi zona, y empiezo a buscar alguna tumba con e nombre de Sandra, sin ni siquiera saber sus apellidos. Me encuentro a una chica rellena, llorando en frente a una tumba, me dirijo a mirar el nombre de la tumba, y veo que pone grabado "Clara Cao", la chica se giró y me empezó a hablar.
+ Puedes dejar las flores, lo siento, ya me marcho. -me dijo ella-.
- No, yo no... -le dije yo-.
+ De que conocías a mi hermana?
- Lo siento, yo no la conocía, fue una confunsión, estaba buscando a, Sandra, una ano... amiga.
+ Sígueme, se de quien hablas.
- Muchas gracias, de verdad...
La chica andaba realmente lento, y fumaba como una carretila, un pitillo tras otro, no esperaba apenas 2 minutos para encender otro. Lloraba, no paraba de llorar, se notaba que no estaba cómoda conmigo.
Llegamos a la tumba de Sandra, dejé la margaritas y la chica y yo entablamos una nueva e incómoda conversación.
+ De que la conocías?
- La tatué, yo le tatué una costilla en el lugar correspondiente a su costilla. -dije con desánimo-.
+ Fuiste tú? Me habló tanto de ti... Tú eres el misterioso tatuador sin nombre, -Dijo con una pequeña sonrisa  de la que salía humo del pitillo-.
- Pues, ese soy yo.
+ Me alegro de conocerte, por cierto, ¿Como te llamas?
- Bah, eso no importa. Por cierto, ¿De que la conocías?
+ De ir con ella a a rezar.
- Ah, eres cristiana?
+ Soy testigo de jehova.
- Así que ella era testigo de jehova...
+ No supondrá un problema verdad?
- No, claro que no, pero no quiero dar mis opiniones sobre la religión, soy completamente ateo, y quiero que me respeten, tal y como yo respeto a los demás.
+ Conozco a mucha gente así, intenté cambiarlo muchas veces, pero ya me di por vencida, ahora solo... da igual, este no es sitio para hablar de estas cosas.
- Lo sé, tienes razón.
+ Bueno, me marcho, yo ya no pinto nada aquí.
Me dio dos besos y se fue, su aliento apestaba a tabaco. Me pareció raro ver a un testigo de jehova fumando, pero en realidad no entiendo mucho esa religión.
Me voy dese sitio sin ir a decirle "hola" a mi amiga, no soy amigo de estos sitios, y menos de estas cosas, y de estas situaciones.
Enciendo mi particular pipa, con el tabaco más barato que pude encontrar, y fumo, fumo como aquella chica, que ocultaba tras el humo una vida, que no era vida.
Me dirijo a ningún lado, me dirijo donde desaparece el humo, donde las ondas sonoras desaparecen, donde el agua se evapora, donde gritan los truenos. Me dirijo al camino que lleva a la vida, me dirijo al mundo.
Voy mirando por la calle todo lo que hay a mi alrededor, y no veo más que desgracias, y yo soy un desgraciado, sin un duro. Montaré de nuevo una tienda de tatuajes, me empeñaré como nunca lo hice, arriesgaré mi casa como abal, arriesgaré mi vida y mi futuro, pero pienso conseguirlo, y esta vez nada me lo impedirá. Te quiero amiga.






viernes, 10 de agosto de 2012

#10

+ En total el centro de flores cuesta 30€ majo. -Dijo la dependienta de una floristería-.
- Toma -Dije con un desánimo total-.
Voy camino al tanatorio de mi ciudad, cada paso se me hace eterno en cuanto pienso hacia donde me dirijo. No hay acera por la que camine en la que no me muestren su pésame, cosa que me ayuda bastante en este capítulo de mi vida, ver que importo aunque sea solo por un momento.
 Me paro, veo el tanatorio, dos lágrimas caen de mis ojos, inspiro profundamente, expiro, cierro los ojos, vuelvo a llorar. Saco una rosa del centro, agarro el ramo con fuerza hasta que unas pocas gotas de sangre salieran de mi mano. Derramo un poco de sangre en los pétalos rojos de la rosa. Me siento cinco minutos, y espero a que se seque la sangre, cruzo la carretera, y entro.
Quedan cinco horas para el entierro, por lo que hay poca gente en el tanatorio. Voy hasta una sala apartada donde su supone que tiene que estar el ataúd de mi amiga, con ella en su interior, pero aún no llegó, esperaré por ella, es de las pocas cosas que puedo hacer por ella.
Miro a mi alrededor, y al fondo hay otra pequeña sala, separada únicamente por un cristal de la que ahora me encuentro. Al lado hay un par de sillas y un sofá, en el que se encontraban la madre y el abuelo de mi amiga, sin parar de llorar, una triste estampa en la que me dí cuenta de que no soy el único que sufre, y no soy el único al que le dan el pésame, y yo debía de hacer lo mismo.
- Lo, lo, lo siento. Mi amia... su hija era una persona muy especial, se hacía querer fácilmente. -dije tembloroso a la madre y al abuelo-.
+ ¿Eres su amigo?, ¿El tatuador? - Me dijo su madre con una expresión bastante rara que no fui capaz de captar-.
- El mismo. -Dije medio llorando, aguantándome para que ella no se derrumbara-.
+ Me habló tanto de ti, era muy especial para ella ¿sabes? Me llamaba todos los días, y de vez en cuando me hablaba de ti, y siempre creí que eran demasiadas maravillas para una sola persona. La echo tanto de menos en tan poco tiempo -empezó a llorar, y le di un abrazo-.
- No te digo que estés bien, porque ahora mismo es un poco complicado, pero si te puedo decir que vallas adelante como puedas. Si te caes, y no te ves con fuerzas de levantarte continúa a gatas, lo importante es no rendirse, y luchar como sea. -Dije intentando olvidarme del sitio donde estaba, y porqué consolaba a esa mujer-.
+ Gracias chico, ya te puedes ir, deja aquí el centro y vete, mi hija llegará a las seis de la tarde, vete en paz. -dijo su madre aguantando las lágrimas lo mejor que podía-.
- No, me quedaré aquí, esperando a que venga, no puedo hacer mucho más por ella para recompensarla...
+ Haz como quieras, yo no me iré. -me dijo su madre-.
- Estaré aquí, no me moveré hasta que llegue, por mí, por ella, y por usted.
+ Gracias...
Esa fue de las pocas veces en que alguien no me dice que no lo trate de usted, se le notaban las pocas ganas de hablar, y el absoluto infierno que estaba viviendo.
Me siento viendo pasar las horas, nunca pasé un tiempo tan lento y desesperante en toda mi vida, sentado en una butaca incómoda, mirando al techo, contando baldosas, y intentando recordar como sucedieran los echos, pues aún que fueran hace 1 día y medio, me costaba bastante recordarlos, fueron demasiado traumáticos para mí.
Llevo 3 horas aquí sentado, y tengo bastantes ganas de fumar, a ella no le gustaba que fumara, pero le gustaba mi pipa, por lo que no me decía nada, pero hoy no voy a fumar, no, hoy todo lo que haga es por ella.
Empiezo a pensar en mi amiga, a recordar anécdotas, como aquella vez que saliéramos de fiesta, y no se depilara las piernas, y como no tenía tiempo, solo se depilara hasta las rodillas, y se puso una falda. Al llegar a la fiesta se emborrachara a las 2 horas, y se quitara la falda para ligar, a causa del alcohol, y se le vieran todos los pelos. Esa noche no comiera un rosco.
Solté una pequeña risa que enseguida retiré por lágrimas de alegría. La echo demasiado de menos.
La gente suele decir que no sabes lo que tienes hasta que lo pierdes, cosa que de momento no soy capaz de aplicarme, no se si porque sabía perfectamente lo genial que era para mi o porque no soy capaz de darme cuenta hasta que pase tiempo, no lo se, no soy Dios.
Ya pasaron unas cuantas horas, y antes de lo previsto llegó.
Colocaron cuidadosamente el ataúd, abrieron la cerradura, y levantaron únicamente la primera tapa, y ahí estaba mi amiga, excesivamente maquillada, no la reconocía.
Su madre y abuelo fueron a verla, todo el mundo lloraba.
+ ¡MI NIÑA, MI NIÑA, ME ROBARON A MI NIÑITA, A MI COSITA, PARA EL RESTO DE MI VIDA, YA NO VA A VOLVER NUNCA, NUNCA! - Decía su madre llorando, totalmente destrozada.
Su abuelo lloraba, y no paraba de temblar, su madre lo abrazó, y se fueron sentar al sillón.
- Puedo? Le dije a su madre haciendo un gesto.
Entendió lo que le dije a la perfección, y me hizo un gesto de afirmación.
Fui hacia el ataúd, miré a mi amiga, cogí la rosa, la posé en su pecho, lloré, y me volví a sentar.
Pasó una hora desde que llegó mi amiga, y el tanatorio está lleno, la gente habla de ella, unos lloran, otros ríen recordando, y yo estoy sentado, rechazando a todo el mundo que me quiere dar el pésame, no quiero hablar con nadie más.
Llegó el cura, y empezó a cantar, pero no atiendo a lo que dice.
Me dirijo a la misa, a escuchar un montón de cosas sin sentido de la iglesia, pero haré un esfuerzo, por ella.
Voy de camino al cementerio, no puedo más, las lágrimas salen solas, quiero que esto acabe ya.
Van a enterrar el ataúd, lo toco antes de que lo bajen hasta el final de la tumba, como señal de un adiós. El cura sigue hablando del infierno y el cielo, y de lo cristiana que es, pero al fin y al cabo, al irse, va a cobrar un fantástico cheque.
Son las nueve de la tarde, y estoy aquí, en frente a tu tumba, cuando no hay nadie más. Te hecho de menos amiga, no se como agradecerte todo lo que hiciste por mi, lo eras casi todo para mi, y ahora no tengo otro pensamiento en mente más que el amor que siento por ti, si, en efecto, te amo, y espero no dejar de amarte nunca, y me arrepiento un montón de no haber sido capaz de decírtelo cuando tuve oportunidad, pero es así, te quiero, y lo último que quería, era ver a mi amiga, a la que tanto amo, en esta situación, te echaré muchísimo de menos. Siempre estarás viva en mi interior. Siempre.
Empecé a llorar como un idiota, pero llorar es de personas. Re conocerlo es de valientes.
Jamás te olvidaré, jamás.
Salgo del cementerio después de un largo día, para ir hacia la casa de mi amiga, a ver su vida delante de mis ojos.
Ya llegué, todo lo que veo me hace llorar, me dirijo a su cuarto, y en su mesa de noche hay un marco de fotos,  donde estamos ella y yo de jóvenes en el instituto, en clase. Lo cojo y me resbala de las manos, y se rompe. Con poco menos de un infarto lo empiezo a recoger todo, y en medio de todos los cristales rotos hay un papel que pone "Lo quiero". No se si refiere a amistad o amor, pero me da igual, eso me llega para ser feliz, y llorar de alegría. La quiero tanto...
Ella confiaba en mí, voy a casa, a buscar mi álbum de tatuajes, y me dirijo a cualquier tienda a buscar trabajo de tatuador, es lo que ella y yo queríamos.
No empezaré una nueva vida, pero si un nuevo capítulo, y cerraré esta gran etapa de mi vida, pero jamás la olvidaré, jamás.
La tienda "Estilo tatuaje" necesita un nuevo empleado, allá voy.



sábado, 28 de julio de 2012

#9

Llevo 2 meses como camarero, echo de menos mi tienda, pero por lo menos quedé libre de cargos, era inocente. Pero me siento igual de miserable que antes.
+ Tío! A trabajar, que el dinero no cae de los árboles. -dijo mi gran amiga-
- Eres enorme, gracias por todo. -le contesté-.
+ Que si hombre que si. Pero ponte a trabajar anda.
- Tenemos que hablar, pues aún no te di las gracias por todo lo que haces por mi.
+ No hace falta hombre. -dijo alargando sus palabras-.
- Insisto.
+ Hablamos ahora, espera que voy a cambiar tu descanso y el mío por el de Catarina y Andrea.
- De acuerdo.
+ Hecho. Vamos a hablar impaciente.
- No puedo decirte otra cosa que gracias por ayudarme con todos mis problemas, la cárcel, la tienda, el trabajo, y todo lo demás. Dicen que las personas que van a estar contigo apoyándote toda tu vida se cuentan con los dedos de una mano. Y tu eres uno de esos dedos. Y como no puedo decir más de lo que estoy diciendo, espero demostrarte día a día lo importante que eres para mi. Espero que no me faltes jamás. Nuestros tatuajes lo dicen todo. Y en este momento, eres gran parte de mi todo.
+ Gracias, yo también te quiero muchísimo, -dijo emocionada- pero ya sabes que todo esto lo hago porque me importas, y te quiero muchísimo. Y te recuerdo que me fui cuando tenías, ya sabes, y eso jamás me lo perdonaré. -dijo llorando-.
- Ya tuviste suficiente castigo, ¿No te parece?.
+ Es cierto, y tú también. Juntos podemos con todo.
- Juntos, siempre.
+ Y para siempre.
- Hasta que no podamos más.
+ Bueno! A callar! y vamos a trabajar, que ya es hora. -dijo riendo emocionada-.
- Vamos entonces. 
> ¡Eres tú! ¡Hijo de puta! ¡ Mi hermano está muerto por tu culpa! ¡Cabrón! -Dijo un hombre bastante alterado-.
Ese hombre se echó encima mía, me tiró al suelo y me hizo daño, no me opuse a sus golpes, era una liberación por mi acto, aun que fuera reconocido inocente, me sentía culpable.
+ ¡Quieres dejarlo en paz? - Mi amiga se echó directa al hombre, por la rabia provocada al ver que caía otra vez en la misma miseria-.
Los golpes eran tantos que uno dio a un ojo de mi gran amiga, dejando su ojo marrón completamente rojo, lleno de sangre. No se si quedaría el ojo en su lugar.
La fui a socorrer rápidamente mientras el hombre estaba paralizado por lo que acababa de cometer. Llamé al 061 para que la viniera a socorrer una ambulancia, y llevarla al hospital.
Llamé al hombre gilipollas, idiota, subnormal, retrasado, hijo de puta, y demás insultos, pero únicamente se rebotó cuando lo llamé maricón soplapollas, por lo que se echó de nuevo encima mía , pensando que lo insultaba por su hermano. Caí encima de mi amiga, ella harta se levantó herida, resbaló con su sangre encima del mostrador, lo que le hizo agarrarse a la barra donde había un cuchillo, que saltó por el aire y calló al lado del hombre. El por la rabia me quiso acuchillar, mi amiga se puso delante de mi, y le clavó el cuchillo a ella en el estómago. Cuando llegó la ambulancia hicieron imposibles por reanimarla, pero ya perdiera demasiada sangre. 
+ Sigues siendo el de antes, no lo olvides. -dijo mi amiga con todo su aliento y dolor-.
Los médicos se la llevaron, pero no prometieron nada. Nadie pudo ir con ella en la ambulancia.
Se me olvidó llamar a la policía, ni me atreví a llamar. Llamé a un taxi, y nada más llegar me fui solo al hospital. La gente en el bar estaba demasiado alterada. Por el camino fumo mi de mi pipa, el taxista me deja.
Mis lágrimas caían como oso que no hiberna. Era incapaz de llorar, estaba bloqueado.
Fue pagar al taxista, y entrar corriendo en el hospital, y preguntar por mi amiga.
+ Su amiga perdió gran cantidad de sangre, y la la herida por arma blanca dañó a dos órganos internos. No ha podido sobrevivir. -me dijo la enfermera-.
Me eché al suelo de inmediato, llorando, como oso que hiberna.
+ Tendrá que hablar con la policía, y contarles todo lo que sepa. Lo acompaño en el sentimiento.
- Gracias. ¿Puedo verla?
+ No es muy recomendable.
- Lo necesito.
+ De acuerdo, sígueme.
Entramos en una sala con algunos cadáveres. La enfermera sabía perfectamente a cual necesitaba ir yo.
+ Quiere que lo deje solo?
- Si, déjenos solos aquí, solo, déjame solo.
+ Como quieras. -La enfermera cerró la puerta con delicadeza, intentado hacer el menor ruido posible-.
Miré el rostro pálido de mi amiga, sin vida, la acaricié, con unos guantes bastante suaves. La quise besar,  darle un abrazo, pero no podía, solo podía hablarle como si me escuchara.
- Todo, lo hiciste todo, y más por mi, y creo que por mi culpa estás aquí ahora, y yo diciéndote unas últimas palabras. Sabes que siempre fuiste enorme para mí. Y que ahora tu ida me da remordimientos por todo.
Seguramente si me pillaras así hace un mes estaría pidiendo a gritos que me encerraran, morir, y diciendo que no me merezco nada, pero tú me diste demasiado, y no quiero que todo lo que hiciste por mi, y que te hizo acabar aquí fuera en vano. Seré el de antes por ti, y más fuerte y valiente por mi. Buscaré trabajo de tatuador donde sea, pero no en un estúpido reality. Te echo de menos amiga. Te quiero.
Lloré hasta que mis lágrimas chocaron contra el suelo, y me di cuenta de donde estaba. Me tenía que ir, quedarme más tiempo no me va a ayudar a superarlo, ni a darme más cuenta de lo sucedido.
- Dejaste una marca enorme en mi vida, y nunca lo voy a olvidar. -dije parando de llorar-.
Ya salí del hospital, y camino con la mente ocupada en mi amiga, y en todas las veces que me caí, y ella me levantó, pero ahora que me paro a pensar, creo que lo importante no es caerse y volver a levantarse, si no continuar a gatas, pero siempre, ir hacia delante como uno pueda, pero no llegar a rendirse nunca.
Voy añadir una cruz a nuestro tatuaje, así que me dirijo a una tienda de tatuajes llamada "Alien", es de las mejores de mi ciudad, y como mi amiga era la mejor, voy a lo mejor.
Espero con nerviosismo mi turno, aún que sea una cosa pequeña, para mi lo que significa es enorme.
Después de espera una hora y algo me dispongo a pasar a tatuarme, sin pesarlo más de una vez.
Ya me colocaron la plantilla, estoy bastante nervioso.
- No quiero que me lo hagas, lo siento. -le dije al dependiente-.
Cogí mi abrigo y me fui sin dar explicación. Pero no me lo voy a hacer, mi amiga no lo tiene echo, nuestros tatuajes son iguales, y si algo cambia, puede que pierda su significado. Tengo que hablar con ella para decidir lo que voy a hacer.
Voy al piso de mi amiga, para preguntárselo. Tengo que ir corriendo, puede que esté preparándose para dar un paseo, como suele hacer a esta hora, tengo que llegar antes de que salga.
De repente me paré en seco, no me di cuenta de que ya no estaba, puede que la falta de mi amiga sea demasiado grande para mi. La quiero muchísimo.




martes, 3 de julio de 2012

#8

MESES DESPUÉS...


- Cuanto dices que me ofreces?
+ 10000 €
- Es una cantidad interesante, pero no acepto.
+ Promocionaremos tu arte, no me digas que no te atrae la idea.
- Hace tiempo que no creo en "mi arte".
+ Yo no deje de creer en el, me podrías llamar admirador.
- Muy bien, pues yo le digo a mi admirador que me deje en paz, y que se meta sus euros donde le quepan.
+ 15000, no me digas que no te atrae.
- Yo no me vendo, ni por mas, ni por menos, directamente, yo no me vendo, ¿entendido? -dije con tono soberbio.
+ No me digas que no es tentador...
- Yo no creo en la tentación.
+ ¡Pero tu crees en algo? ¡Por Dios! Deja esos "principios" tuyos y acepta! Tienes una edad para saber lo que te conviene!
- No.
+ 30000 de apertura, después te daremos más, y más y más...
- Y en que consiste este proyecto si se puedo saber?
+ Ya empezamos a entendernos!
- Estás tardando.
+ Este proyecto es muy simple. Queremos anunciarte a todo el País como un gran artista, un gran tatuador, una persona sensible y demás cualidades tuyas (...). A través del medio televisivo. Te haremos famoso.
- Adiós.
+ Pero...
- A-di-ós.
Al llegar a casa vuelvo a rememorar mi viejo álbum de tatuajes, y veo la gran cantidad de trabajos echos como empleado, y la mínima cantidad como propietario, lo echo todo de menos, ya ni me acuerdo como pasaron las cosas, ya no me acuerdo ni como llegué a vender mi tienda, que ahora está convertida en una pequeña tienda de electrodoméstico. Solo me queda la hipoteca,y nada de dinero para pagarla,  pilas y pilas de periódicos, todos amontonados, sin leer, todos comprados por mi preciosa madre. Cojo un periódico, y tras 20 minutos de fútbol, P.I.B., sanidad, educación, etc., leo un pequeño artículo apartado, titulado, "ANOREXIA: 80.000 CASOS NUEVOS Y 100 MUERTES AL AÑO", Después de leer el contenido de la noticia, observo detenidamente la foto de una joven modelo mostrando su cuerpo demacrado sin miedo, imitando a Isabelle Caro, con una costilla tatuada, en el lugar de su costilla correspondiente, era ella, expuesta como un ejemplo de las 100 muertes anuales. En medio de la noticia había una frase suya, "No dejemos que nos desgasten y maltraten palabras que no conocemos". Era imposible no llorar, era imposible no recordar mi tienda, y todo lo que se fue, y ya no va a volver jamás. No se si debo aceptar, no tengo a donde ir, ni que hacer en la vida, no tengo planes de futuro, ni recursos para empezar de cero, pero aún me quedan principios, puede que sean una absurda idiotez, pero siempre les voy a ser fiel.
Suena la radio "¿When will I see you again? You left with no goodbye, not a single was word said..." Adoro esa canción, todo me identifica con todo para crear unas obras que acaban muriendo, como Sandra. Su batalla está perdida, siempre nos quedará una guerra, en la que cada vez hay más y más participantes, contra un solo objetivo, superar esas críticas sociales, que solo sirven para arruinar vidas humanas.
 Ojos que  no lloran, lágrimas que caen, repetía una y otra vez mi mente, ya no sabía por que lloraba, debía ser una acumulación de todo, no quiero echar para adelante.
Suena el teléfono,
- ¿Amiga?
+ ¿Que te pasa?
- Nada.
+ Voy a tu casa. Ahora.
- En serio, no...
+ No intentes hacer que no me importes.
Colgué el teléfono.
En la pared de mi salón hay colgado un mapamundi, me gusta clavar chinchetas en cualquier lugar del mapa, y imaginarme que hay en el mismo punto donde clavé la fina chincheta, que a escala es enorme, pues lo pequeño es enorme. ¿Quien estará llorando en el pequeño Japón?, ¿Y en Canadá? Llorarán por lo mismo que yo?, ¿Nos separan las enormes diferencias de cultura en estos casos?, la verdad, no lo se, no soy Dios, mas bien, no se nada.
En mi cocina hay loza acumulada para lavar, el cesto de la ropa sucia está hasta arriba, y aún tengo que limpiar toda la casa, esto antes no me pasaba.
Enciendo mi inusual pipa, en la que saboreo el tabaco más barato, echo una calada al aire, que se desvanece como toda la felicidad que tenía.
Pero que hago, lamentándome, soy un idiota, eso es lo que soy, aquel cliente... su familia me debe de odiar, todo el mundo me odia, soy un desgraciado, no tengo donde caerme muerto, cosa que el por lo menos si tubo. En el suelo de mi tienda, por mi culpa.
+ Pero que haces!? Ahí tirado en el suelo, fumando tu pipa, hay mucho mundo fuera, que tu no ves, por la tontería que tienes encima... -dijo mi amiga-
- Tu no sabes lo que se siente, siempre tuviste todo muy fácil.
+ Te recuerdo todo lo que te conté en nuestro reencuentro? Y creo que lo mio era peor, y seguí para delante.
- No todos tenemos la misma personalidad. -dije secamente-.
+ Tu siempre mostraste una personalidad firme, ¿Por qué te rindes ahora?
- No me rindo, admito lo que soy.
+ Eres tonto? Hablas cosas que no tienen sentido, y lo haces muchísimo, estoy harta de que estés todo el día ahí tirado sin hacer nada, ¡Mira como tienes tu casa!, no puedes seguir así, ahora mismo te das una ducha, te vistes y vienes conmigo a una entrevista de trabajo, en el bar donde trabajo necesitan otro camarero, es un trabajo duro, pero es lo que toca.
- No quiero ir, yo no soy camarero.
+ ¡Entonces que eres?
- No soy nada.
+ Eres tatuador, y ahora no vas a poder trabajar de eso, pero ya encontrarás una salida. De momento esto puede ser una muy buena opción.
- Yo lo que soy es un monstruo, por mi culpa el está muerto.
+ No, tu no fuiste un monstruo al dejar que ese hombre muriera, fuiste un monstruo al volver de la cárcel, no eras tú, y ahora no se puede decir mucho que seas tu realmente.
- Y si el no quería morir...
+ El quería morir, estoy segura. Mi amigo no dejaría morir a alguien que no quiere morir.
- Soy humano, y puedo malinterpretar gestos.
+ Eres humano, y estoy segura de que tu gran humanidad hizo que ese hombre dejara morir.
- ¿Y su historia?...
+ Déjate de historias, ya no puedes volver atrás. Date una ducha, y ve a por la entrevista.
- No quiero... ya podría tener un trabajo como Dios manda si quisiera, pero no quiero...
+ De verdad, no te entiendo. Espero que un psicólogo sea capaz de hacerlo.
- Yo lo que necesito es desaparecer...
+ ¡No! Tú lo que necesitas es tatuar, que es lo que te hace feliz. Es trabajo es de tatuador, ¿verdad?
- Algo parecido...
+ ¿Entonces? ¿A que esperas? ¡Acéptalo!
- Aún me quedan principios, y no quiero volver a tatuar.
+ Tu eres tatuador, y tatuar siempre fue una de tus normas.
- Beethoven decía que hay que conocer las normas a la perfección para poder romperlas.
+ Pero eso lo decía otra persona, tú no, tu crees en lo que piensas...
- A veces pensar es demasiado malo.

DATOS:

Isaballe Caro era una modelo y actriz francesa, sufría anorexia nerviosa desde los 13 años. Antes de morir [9/9/1982 - 17/11/2010 (a los 28 años) ], realizó una campaña contra la anorexia, donde mostraba su cuerpo desnudo para mostrar al mundo los peligros de la anorexia y la bulimia.
 Los siguientes enlaces corresponden a las imágenes de su campaña:


http://www.cadena3.com/admin/playerswf/fotos/ARCHI_105404.jpg


http://media.tratamientosbelleza.com.ar/wp-content/uploads/2010/12/isabelle-caro-NOLITA.jpg


sábado, 16 de junio de 2012

#7 (2ª temporada)

La conciencia corroe a lo inadecuado, me decía aquel hombre, aquel cura que pidiera para poder hablar con alguien, aun que solo fuera de cosas absurdas, cosas en las que no creo.
+ Si te comportas, y rezar una hora diaria, Dios te perdonará, y podrás entrar en el cielo, y ser un cristiano más, me decía aquel cura.
- Si padre.
+ Adiós, que Dios esté contigo en todo momento. Amén.
- Amén padre.
- No se vaya!, dije antes de que se fuera.
+ Puedo hacer algo más por ti hijo mío?
- Como lo haces?
+ Lo que?
- Tu trabajo.
+ Es muy sencillo, solo tengo que estar con Dios en todo moment...
- Yo no digo eso, - lo interrumpí- digo que ser cura debe de ser muy difícil. En que universidad de sacaste el título de arte dramático?
+ No te entiendo hijo, ¿Que me quieres decir?
- Tienes que hacer creer a todo el mundo algo que tú no crees, y para eso hay que ser muy buen actor, tendrás  que estudiar, ¿verdad?
+ Que burla! Dios te da el bautizo, la comunión, confirmación, te casa, te deja ir al cielo, ¡Y tu te burlas de su existencia! Después de todo lo que te ofrece!
- No hice nada de eso, y jamás lo haré.
El cura se fue, después de hacerme proposiciones de bautizo, muy baratas, lo mandé con respeto junto a Dios.
+ Tienes visita -se escuchó decir a un guardia-
- Amiga?
+ Esa soy yo, mira.
- Que!? Nuestro tatuaje está acabado! En tu brazo! Ese no era el trato!
+ Pensé que te haría ilusión...
- Todo lo contrario, lo tenía que acabar yo. Hasta nunca.
+ Pero espera! No te puedes ir así! Ven!

DE VUELTA EN CASA.


Estoy en casa, al fin, lo que mas me apetece es leer un libro, "La soledad de los números primos", este ya lo leí, pero me encantó, la parte en la que la protagonista se hace un tatuaje del que se quiere librar, me hizo llorar, una persona no se puede librar de un tatuaje, un tatuaje es para toda la vida, y hay que pensarlo mucho, pobre chica, me recuerda a mi a su edad, solo, y sin amigos, con una única amiga, con la que ahora, desgraciadamente, ya no me hablo, por un tatuaje, pero era nuestro tatuaje, y lo tenía que acabar yo.
Debo volver a la tienda, se la dejé a la nueva chica, que ganas de volver a ver todo.
La tienda está igual, un momento, hay una nota, "Me largo, esto es una mierda, que te cunda". Que irresponsable.
+ Hola - dijo el primer cliente del día -.
Ya tengo un cliente, si apenas acabo de abrir la tienda.
- Buenas tardes, -dije contento-, que te quieres tatuar?
+ Unas zapatillas de casa.
- Muy bien, empecemos.
+ Vale -dijo contento-.
- Me cuentas algo de este tatuaje? Es muy curioso.
+ Plaf, plaf, plaf.
- Que?
+ Es el ruido, es el ruido que hacía mi abuelo al caminar con sus zapatillas, odio ese ruido.
- Ah,
+ El se murió, yo lo quería muchísimo, cuando mi madre se quedó embarazada, y no se quiso hacer cargo de mi, mi abuelo, viudo aceptó quedarse conmigo, el me quería, y yo aún no naciera, el siempre me decía que la vida es afortunada para el que tiene pan que comer y salud. Recuerdo cuando me hacía barquitos de papel de periódico sentando, contándome cosas de su infancia. Él era todo lo que tenía, y todo lo que me hacía falta para ser feliz, y ahora que no está -comenzó a llorar- mi vida es una absoluta mierda, me pregunto porque me tatúo sus zapatillas, ¿porqué echo de menos las cosas que no me gustaban de el? Por que?
Me despierto, y sigo en la celda, todo fue un perfecto sueño, donde estaba en mi perfecta casa,en mi perfecta tienda, con mis perfectos clientes, en vez de tenerlo todo, me quede sin nada, por no socorrer a quien mas lo necesitaba. Soy un monstruo, y como ahora soy un monstruo, me he de comportar como tal.






sábado, 12 de mayo de 2012

#6

- Marta! Me voy al hospital, ocúpate de todo!, dije.
+ Que me dijiste? Estaba con los cascos, bah, que mas da, este tipo es muy raro.
+ Tú, el del tupé, a la silla.
+ Que quieres de tatuaje?
- Dos símbolos de hombres enlazados.
+ Eso?
- Si, hay algún problema?
+ Empecemos. Joder con el venado - dijo entre dientes-.
( Nueve minutos después)
+ No entiendo tu tatuaje.
- ¿Perdona? No entendí bien lo que dijiste.
+ Vete a lavar los oídos, puerco.
- ¿Quieres ser más amable? ¿Me hacer ese favor?
+ Dije, que no entiendo tu tatuaje. ¿Contento? -dijo con tono soberbio-.
- Es porque me gusta, me gusta como soy, no me arrepiento de nada, soy como soy y punto, y eso está por encima de todos los insultos del mundo. Desde que salí del armario, es, no sé, la gente no me comprende, no le gusta lo que soy.
+ No me extraña, os dais por culo, joder que asco macho, yo, os cogía a todos y os metía en un campo de refugiados, y al morir, la comida de los cerdos, si os quieren comer, claro está. Porque dais un asco macho...
- ¡Pero que hablas? Homofoba de mierda?
+ ¡Sin faltar al respeto ehh! Que solo estaba de bromas.
- Esas bromas no me gustan una mierda!
+ Perdóóóón, si solo son tonterías, haber, dime, todo lo que te insultaban y eso.
- A ti no.
De repente mi jefe entró, me apartó, y empezó a tatuar él. Yo me largué, no se enteraba de nada, y le dije al chico que le contara a el su historia.
+ A mi me insultaban y...
- No tengo el cuerpo para mierdas.
+ Que majos en esta tienda...
Los continuos silencios y el cartel de cerrado mientras acababa de tatuar a mi último cliente me hacían estar incómodo.
El cliente se fue,  con el se fue una historia, que no conozco, le dije que esperara,  tenía que hablar con el.
+ ¿Que quieres?, -me dijo el cliente-.
- Tu tendrás una historia verdad? La quiero conocer.
Unos cálidos labios rozaban los míos, y dentro de mi boca penetraba una larga lengua.
Se apartó.
+ Mi historia se palpará a partir de ahora en tus labios.
- Lo siento, - dije -, yo no soy de esos, lo siento...
+ Nunca me sale nada bien, estoy harto de mi vida, no quiero que este mundo vuelva a verme echando una calada al aire.
- ¿Que?
De repente cogió el tatuador.
- ¡Pero que haces?, - dije un poco sonriente y extrañado a la vez.
+ ¡ACABAR!
Se clavó la aguja del tatuador fuertemente en la vena del brazo.
- ¡Pero que haces? ¡¡Estás loco!! ¡Dios mío!
Me quité rápidamente la camiseta y le hice un nudo en la profunda herida para evitar el desangrado, la sangre salía a chorros, y su mirada triste me obligaba a retirarle la camiseta, el quería morir.
Le quité  la camiseta, y por segunda vez en el día de hoy llamé al 112. Las lágrimas caían de mis ojos grises, bien comentados por todo el mundo por su extraña particularidad.
La ambulancia llegó al mismo tiempo que me acordaba de mi querida amiga, ¿Estaría bien?.

10 HORAS DESPUÉS:


Me encuentro en comisaría, declarando todo sobre los echos, las preguntas me agobian y no me dejan la conciencia tranquila.
+ Dígame de nuevo, ¿Porqué hay indicios en el cadáver de que la herida solo fue presionada un intervalo entre 2 y 5 minutos?
- Ya se lo he dicho, el no quería vivir.
+ ¿Sabe usted que la eutanasia está prohibida en España?
- Sí.
+ Le voy a ser sincero, yo estoy a favor de la eutanasia, le prometo que me callo...
- Si hice algo mal lo pagaré.
+ Pero seguro que... ?
- No.
+ Y un abogado?
- Ya se lo he dicho, pagaré por lo echo.
+ Pues con esto damos por finalizado el interrogatorio, tendrá que estar retenido en la celda hasta juicio.
- De acuerdo.
+ Por favor, no diga nada de que intenté taparle, me arruinaría la carrera.
- Puede estar tranquilo.
+ Muchísimas gracias, se lo digo de verdad.
Una lágrima corría por mi ojo, intentando recordar porque el día de hoy fuera tan especial, pero ya no consigo recordar nada, mis pensamientos solo están ocupados por remordimientos de los que jamás me libraré, pero al mismo tiempo había ayudado a una persona a lograr lo que quería. Pero... ¿Y si no quería morir? ¿Y si interpreté mal su mirada? ¿Me lo habría dicho de ser así?.
Me despierto en una celda de mala muerte, en la que solo me encuentro yo, junto a mis pensamientos. ¿AMIGA?



 2 MESES DESPUÉS:


El señor será condenado con cuatro meses de cárcel y un mes de libertad condicional, aquí damos por concluido el juicio.
+ No te puedes volver a ir, te encuentro después de un montón de años, estás dos meses en juicios, y ahora te vas cuatro meses a la cárcel, esto es injusto -dijo mi amiga llorando-.
- La vida es así de injusta, te quita lo que más quieres, y lo peor, es que no sé, no sé la historia de aquel paciente, fui un borde con el, y eso jamás me lo perdonaré.
Tienes que irte ya, me decía cabreado el policía.
- ¡¡¡¡Ven a visitarme!!!!, le dije llorando.
Ella no me escuchó, estaba demasiado ocupada abrazando a mi madre completamente destrozada, la vida le quitara a mi padre y a su hijo cuatro meses en tan solo dos meses, la importante era ella, no yo.



FIN DE LA PRIMERA TEMPORADA.


~tattoos remember~












viernes, 20 de abril de 2012

#5

Ya contraté a una chica, tatúa muy bien, y se llama Marta, está ansiosa por empezar, y yo también, y en este momento vamos a empezar mi segundo día, y el primero de su carrera.
- Marta, yo atenderé a ese cliente, tu mientras vete barriendo mi despacho.
+ De acuerdo.
De repente vi entrar a alguien, y rápidamente le dije a Marta que ella atendiera al cliente, que yo tenía cosas que hacer.
- Eres tú?, dije con un asombro que no sentía desde hace años.
Sentí como me daban un abrazo, y mis lágrimas caían tan rápidamente que era como si llevaran dentro todos los pensamientos que llevaba en aquel momento y los arrojaran al vacío.
+ ¿Como es posible? ¿Como la distancia puede habernos echo esto?
- Ya sabes, aquello era lo más importante.
+ Lo se, te eché muchísimo de menos, eras mi mejor amigo, y tenía miedo, no sabía que hacer, dijo sin que dejaran de caer años de lágrimas por sus cristalinos ojos.
- ¿Que fue de tu vida? no se nada de ti, desde hace 5 años eres una extraña para mí.
+ No digas que soy una extraña para ti, eso nunca, por favor.
- Porque?
+ No puedo pensar que todo fue por mi culpa, mis remordimientos me atraviesan y me dejan un vació que no se como llenar.
- No digas tonterías, eras una niña, hiciste lo correcto.
+ ¡Huir no es lo mejor! ¡Nunca!, dijo llorando como nunca la viera.
- Por favor, no llores.
+ ¡Pensaba que te murieras!, ¿como te atreves a decirme eso?, dijo llorando muchísimo.
- Yo.. yo no lo sabía, lo siento, no sabía como contactar contigo, dije llorando tanto como ella.
+ No importa, ahora ya te encontré, y no voy a dejar que nos volvamos a separar, nunca, ¿oíste? nunca.
- Claro que no, jamás.
+ Esto es el comienzo de una nueva etapa, dijo con los ojos llorosos.
- No, esto es la continuación de la otra.
+ No, es la continuación de mi nueva vida.
- Tienes razón, y la vamos a comenzar ahora mismo, con un tatuaje que palpe nuestra amistad, para toda la vida.
+ Yo quería hacerme un unicornio, pero eso me gusta más, dijo riendo mientras se le caían unas pocas lágrimas.
Planificamos el tatuaje, y quedamos en hacernos los dos unas golondrinas con la frase "stay strong" en medio y una mano con una rosa, y los dos, nos o haríamos en el brazo.
- Yo empiezo haciéndote un tatuaje a ti, a mi ya me lo hará Marta después.
+ De acuerdo.
- Bueno, cuéntame, dime algo de tu vida, algo interesante que te haya pasado en estos últimos años.
+ Cuando deje de verte, mi vida empeoró, deje los estudios, y solo tengo poco mas que la E.S.O., cosa por lo que ahora trabajo de camarera.
- Lo siento, dije tartamudeando, no me puedo creer el daño que te causé.
+ No fue tu culpa. Tuve que empezar por lo mas bajo, cuando me independicé tuve que buscarme la vida como fuera, y acabé trabajando en un club de estriptis, solo trabajaba como gogó, y el dinero venía escaso, un mal día mi jefe me dijo que el dinero estaba tras una puerta, yo no quería entrar en ella, pero... contuvo aire, necesitaba el dinero, abrí la puerta y dentro había un hombre de unos cincuenta años, era algo gordo, y tenía una barba de cuatro días, un pelo rubio y unos ojos marrones, unas cejas pobladas y unos labios agrietados, no paraba de toser, el encendió un cigarrillo y empezó a fumar, me dijo groseramente "pasa nena", y yo, pasé.
- ¡Como te atreves a decir eso?, dije absolutamente cabreado.
+ No lo se, no supe mantener mi dignidad, y me desvirgué de una manera de la que lloro cada vez que la pienso.
- ¡Como? ¡Pero cuantos años tenías?
+ Me independicé a los 17 años, era una niña, y sabía perfectamente lo que hacía. Ese fue el peor día de mi vida, y ese día llevo a otro, y ese a otro, y ese otro a otro más, y así sucesivamente. Aún recuerdo como se introducía dentro de mi, y me hacía daño, le dije para, muchas veces, bastantes veces, pero me agarraba, y yo gritaba, quería parar, y el no me dejaba, no paraba de causarme ese dolor que se introducía dentro de mi. Lloraba, y lo único que oía a cambio de mis gritos era "goza". -Empezó a llorar casi tanto como antes- al día siguiente me acordé de ti y de tu cuerpo sin vida, y no podía pensar en otra cosa.
- No lo puedo creer, eres la persona mas idiota por la que mis ojos se atrevieron a llorar, dije tristemente dolido.
+ Eres la primera persona a la que le cuento esto, supongo que pasaron los años, pero no la confianza.
- Eso se llama amistad.
+ Que bien lo sabes -dijo forzando una sonrisa-.
+ Los días, meses y años pasaban, tan lentamente que parecía que mi ridículo ser jamás saldría de esa etapa. Hasta que un día, un bendito día decidí abandonar todo aquello que atormentaba mis sueños, y que no me los dejaba cumplir, los veía tan lejos que parecían estrellas.
- Son tan grandes que las puedes ver, pero están lejos.
+ Exacto.
- Siempre lo repetías en nuestra infancia.
+ Y en la vida futura también lo haré. -dijo forzando de nuevo otra repetitiva sonrisa-
- No, en el futuro jamás lo volverás a hacer
+ Por que?
- Tus sueños se van a cumplir, jamás volverán a ser estrellas.
+ No me hagas reír, solo soy una camarera del tres al cuarto, no valgo para otra cosa que me agrade, soy un pequeño bulto en esta sociedad.
- Anda, no digas tonterías.
+ Tú eras lo único que me alegraba el día, y te deje de lado cuando mas lo necesitabas, soy asquerosamente despreciable...
- ¡No digas eso! -La interrumpí- No fue tu cul...
+ ¡Para de repetirlo! ¡Estabas enfermo y yo te de de lado! soy.. soy... sinceramente no se lo que soy -dijo desolada-
- No te tortures.
+ No soy capaz de evitarlo...
- Yo tenía cáncer, y esos meses fueron los peores de mi vida, te comprendo perfectamente, la quimioterapia me tenía completamente consumido, los tratamientos... ¡todo!... no tenías la suficiente madurez como para aceptar todo lo que me estaba pasando. Mi vida estaba a una calada de consumirse, pero lo logré, logré salir de aquella cárcel llamada cáncer, conseguí librarme de aquellas garras que me retenían y no me dejaban escapar, conseguí vivir, y estoy orgulloso de ello. Por favor, no lo hundas, no hagas que todo lo que tuve que sufrir traiga tus consecuencias, tus nefastas consecuencias, necesito que seas fuerte, para ser feliz, de nuevo, en nuestro nuevo episodio.
+ Quedamos en que todo fuera el mismo episodio.
- ¡Despierta! fueron cinco años! sí que es otro episodio. Y eso no viene a trapo, por favor, hazme caso, y vive.
+ No puedo hacer esto.
- ¿Lo que?
+ Reencontrarme contigo, es demasiado duro, es demasiado, no se, insoportable.
- Tú no eres la chica que conocía hace cinco años, la que ansiaba con conocer el mundo, y soñaba despierta.
+ Como tú dijiste era solo una cría, y las crías crecen y se hacen -cogió aire- ya sabes, luego deshechos de la sociedad, y acaban haciéndose un tatuaje sin pensarlo para ocupar su tiempo en algo y sentirse importantes, pero en el fondo aún son unas crías que no saben nada de la vida y creen saberlo todo.
- No renuncies a tanto por nada.
Ella se desmalló dejando a mi merced un cuerpo dormido y inmenso en otro mundo, marqué rápidamente al 112, dejando correr en mi teléfono fijo de hace diez años una lágrima, que esta vez iba cargada de todo lo positivo que me rodeaba hasta aquel entonces. No todo el mundo tiene mi suerte, pero ahora mi suerte iba en decadencia, con este desafortunado suceso, solo deseaba no irme yo, al tener ella el problema, y lograr lo que ella en aquel entonces no logró, aguantar.

                                      #6 . La continuación.


                                                                       



sábado, 7 de abril de 2012

#4

- Bueno, te decides a pasar?
+ Ahora si.
- Bien, dije con una sonrisa.
(El hizo una sonrisa burlona)
- Que te quieres tatuar?
+ Un dolar arrugado, como este.
- De acuerdo.
(20 minutos después)
- Empecemos.
+ Vale.
- Me cuentas de que va tu tatuaje?
+ Eres un cotilla de mierda.
- ¿Perdona? Dije tranquilizado.
+ La gente como tu me asquea.
- La gente como tu me da libertad para expresarme.
+ ¡Como? ¡Pero que dices mamonazo?
- Me recuerdas, a mi tío.
+ ¡Como? ¡A ver con quien me andas a comparar!
- Eres como el.
+ ¡Por que! ¡Dímelo!
- Eres un cotilla de mierda.
+ ¿De que vas chaval?
- No quieres contarme de que va tu tatuaje, pero quieres que te cuente la historia de mi tío, ¿Pretendes que sea legal así?
+ ¡No es lo mismo! ¡Tu me incitas a preguntar!
- Preguntas por curiosidad, igual que yo, ¿Es tan distinto?
+ No, dijo un poco más calmado pero aún agresivo.
- ¿No lo ves? No somos tan distintos, en el fondo todos llevamos ese mal gen.
+ Hablas raro, hablas como un maricón, dijo con ánimo de ofender.
- ¿Pretendes que me ofenda?, La gente como tu me hace ser quien soy, y me enorgullezco de ello.
+ Tu no rindes bien.
- Mi tío era un borracho...
+ ¡Que me hablas? Me interrumpió
- Quieres saber la historia, lo se, tienes un tic de nerviosismo en la pierda.
+ Diiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiilo jodeeeer! ¡Que pesado macho!
- Mi tío era un borracho, y vivía en mi casa, me robaba mis juguetes para comprar alcohol, me llegó a pegar alguna vez, mi infancia con el fue una bazofia, hasta que murió, no lo quería nada, y no lo echo de menos, en absoluto. Es triste de contar, pero yo no escondo mi vida a ojos ajenos.
+ ¡¡Que tiene que ver eso conmigo papan?, dijo más cabreado que nunca.
- Eres un desgraciado, como el, con perdón, pero es así.
+ No me hace ni puta gracia lo que hablas.
Noté como cerraba  la mano en un puño y se le hinchaban las venas, estaba rabioso, necesitaba llorar, y desahogarse.
- Dime lo que quieres decir.
Se levantó bruscamente de la silla, al levantarse le hice sin querer una ralla para abajo, lo que estropeaba el tatuaje. Se puso en frente mía, con el cuerpo en tensión, llorando y gritando.
+ ¡YO ERA UN GRAN EMPRESARIO! ¡ERA UN GRAN EJECUTIVO! ¡Y TODO SE FUE A LA MIERDA! ¡TODO! ¡ME ECHARON DEL TRABAJO, Y NADIE ME QUISO CONTRATAR! ¡VIVO ESCONDIDO DE LA SOCIEDAD! ¡NADIE SE FIJA EN MI! ¡SOY UN DESECHO! ¡Y TODO POR UN ESTÚPIDO ERROR!
Los clientes se iban, en ese momento comprendí que esto ya no era un tatuaje, era un ataque de nervios, tenía que intentar tranquilizarlo.
- No creo que fuera tan malo lo que hiciste, siempre se puede remontar.
+ ¡NO YA NO PUEDO! ¡NO!
empezó a llorar, y a hablar al mismo tiempo, con voz alargada y pesada.
+ ¡ERA UN EJECUTIVO Y VIVÍA EN USA! ¡Y AHORA ESTOY EN LA MIERDA DE ESPAÑA PERDIENDO MI TIEMPO EN CALLES ABANDONADAS ENTRE RATAS Y CAJAS! ¡SIN UN PUTO DURO! ¡Y TODO POR UN ERROR! ¡ESO A LO QUE YO LE LLAMO ERROR POR LA OPINIÓN DE LA GENTE! ¡PERO NO LO FUE! hasta me gustó, todo era tan bonito...  dijo un poco mareado.
Lo tranquilicé, le di un vaso de agua, y deje que descansara un poco mientras fumaba en mi pipa. Si fumo pipa, me considero un rebelde que no hace caso a lo que dicta la sociedad de hoy en día.
Después de que se echara una pequeña siesta de quince minutos fui a hablar con el, a que me contara su supuesto error.
- Me lo vas a contar?
Empezó a hablar sin darme una respuesta, pero esta vez ya algo calmado.
+ Ella era bonita, muuy bonita, tenía unas piernas bien definidas y preciosas, un pelo rubio anaranjado extremadamente lucido, unos ojos verdosos que me escandalizaban, una nariz perfecta, unos labios que me daban ganas de besar y no dejar de besar nunca, unas curvas... unos pechos... ¡Me ponía tan cachondo! Tenía que hacerle el amor ya o ya, no sabía si la volvería a ver, y lo hicimos, fue precioso.
- ¿Solo por eso? ¡Te echaron y no te contratan solo por eso?
+ Si.. la vida es demasiado injusta
- Seguimos con el tatuaje?
+ No esto representa mejor mi historia, dijo sonriendo.
- Genial ahora yo soy parte de ella.
+ Exacto, dijo sonriendo.
- Bueno.. Yo ya cerré mi tienda con todo este follón, y no tengo ganas de irme para casa.
+ Yo no me quiero ir a los cartones, y menos quedarme en un sitio público, por si me ve la policía.
- ¿Y eso? ¿Te buscan para algo?
+ No, me buscan por algo.
- ¿Por que? dije alucinado.
`+ Por hacer el amor con la chica, cada idiotas.
- Eso no es normal, ¡No le harías daño?
+ ¡Solo me quieren llevar preso porque tenía 10 años! ¡El amor se hace con cualquiera! ¿Que mas da la edad? Se empezó a reír.
- ¡FUERA DE MI TIENDA! ¡DEGENERADO! ¡TE CONFIÉ MI TIEMPO Y MI DINERO!, ¡PERDÍ CLIENTES SOLO POR TI! ¡Ahora me doy cuenta de que tipo de gente eres! ¡Eres la mierda del país! ¡FUERA DE MI TIENDA! ¡YA! ¡AHORA! ¡LARGA ANTES DE QUE LLAME A LA POLICÍA!
+ Tranquilo eeh, ¡so caballo!, deja que te pague algo por lo menos. Te recuerdo que tu eres el legal, volvió a reír.
- ¡Y aún por encima me vacilas? No quiero dinero de un miserable como tú, ¡Fuera! ¡Ahora! ¡Ya!
+ Vaaale! Cosa aburrida macho!
- Ah! por cierto, ¿si no tienes un duro, como tenía pensando pagarme?
+ Eres un cotilla de mierda.
- Fuera! Ahora! dije un poco mareado.
+ Joder! Tranquilito eh! no tenia pensado pagarte, ¿contento? ¡Joder con la maricona! ¡Todas las histéricas sois iguales!
Se marchó de un portazo.
Este día fue demasiado duro, mañana descanso, me ocupo de contratar a alguien, y sobre todo, mañana descanso.



viernes, 30 de marzo de 2012

#3

- Chaval, ya puedes pasar. Le dije al chico que estaba sentado.
+ No, deja pasar a ella antes, yo esperaré. Me dijo el.
No me lo podía creer! El primer día de trabajo ya con dos personas esperando! Tengo que contratar a alguien ya...
La chica me dio su plantilla ya echa, era la palabra "love" escrita en pequeño.
- Donde quieres que te lo tatúe?
+ En el dedo anular, en un lateral.
- De acuerdo, siéntate y comenzamos.
+ Vale! Me dijo animada.
- Cuenta, y esa decisión de hacerte un tatuaje? Estas muy enamorada?
+ Todo lo contrario, para mi son unas siglas.
- ¿Como? ¿Siglas? Dije con asombro.
+ Si siglas, Los Olvidos Visibles Enterrados.
- ¿Y eso no es un poco raro? No le encuentro mucho sentido. Dije con un pequeño júbilo.
+ ¿Te cuento el sentido? Me dijo sonriendo.
- Empieza. Le dije agradecido.
+ Yo estuve con un chico, mucho tiempo, y lo quería, lo quería mucho, me decía cosas preciosas, un día le dije, "Lo nuestro fue un amor a primera vista, te quise desde el primer momento", el se me rebotó, y me dijo, "¿Sabes? No creo en el amor a primera vista, creo en coincidencias", yo le decía que eso no tenía sentido, que eran parvadas, no le encontraba sentido a la frase, y en esto me dijo, "¿No eres capaz de encontrarle sentido?, tendré que explicarlo yo (dijo con una sonrisa) ¿Que es eso de ver a alguien y enamorarse? ¿De que te enamoras? ¿Lo conoces de algo? ¿Te enamoras del físico?, eso no es amor, son tonterías, para mi, el amor a primera vista es encontrar a alguien, y tras hablar con esas persona durante, días, semanas, meses, te das cuenta de que es especial, y que no te quieres separar de su lado el resto de sus días" No sabía que decirle, diera en el clavo absolutamente en todos los sentidos, era perfecto, el chico de mis sueños. Recuerdo un día, paseando por la playa, era en invierno, estaba anocheciendo, había una puesta de Sol impresionante, era preciosa, los dos estábamos callados y el rompió el silencio y me dijo con voz suave y acojedora, "¿Ves las olas de el mar? Se mueven suavemente, me recuerda a una barca, una góndola de Venecia" Yo le interrumpí sus palabras diciéndole que podíamos alquilar una pequeña barca, el como de costumbre, se rebotó, y me dijo que no le hacía falta ni barcas ni góndolas para sentirse a gusto, con estar conmigo le bastaba, no quería mas, que estar conmigo, y como de costumbre, me dijo algo precioso.
- Que historia mas bonita, la interrumpí.
+ Lo se.
- ¿Que tiene que ver eso con las siglas del tatuaje?
+ Me dejas continuar. Me dijo riéndose un poco.
- Si perdona. Le dije un poco alegre.
+ Un día lo llamé, tenía ganas de estar con el, me dijo que no podía, que lo primero eran los estudios, y yo claro, ante eso no le puedo discutir, y le dije que vale. Mas tarde ese día fui a un pozo, a fumar un cigarrillo, lo iba a probar por primera vez, y no quería que nadie me viera, camine por las silvas para llegar al pozo, y al llegar...
La chica interrumpió su historia y comenzó a llorar.
- ¿Estás bien? Pregunté preocupado.
+ Si dijo, dijo secamente, por favor, sigo.
- De acuerdo.
+ Vi a mi mejor amiga, de espaldas, besando a un chico, nosotras no hicimos ruido para no sorprender, queríamos ver quien era, y era el, el chico al que tanto quería, y amaba, besando a mi mejor amiga, el no me vio, y yo no le dije nada, no quise decir nada. En ese momento comprendí que todas sus palabra era mentiras, que yo era un objeto, era un objeto para fardar, que era algo que rellenaba su vida, algo que le hacía parecer mas hombre. Todo seguía normal,  el seguía con sus típicas frases románticas,yo lo quería, y se lo perdone todo, absolutamente todo. Pasaran 6 meses, y no parecía que el engaño solo fuera un pequeño roce. Eran las 12 de la noche cuando recibí una llamada, era tráfico, mi novio tubo un accidente, se estaba muriendo, llamé a un taxi rápidamente y me fui al hospital, y lo veo, totalmente paralizado en la camilla, no se movía; recuerdo que fui a junto de el, y me dijo "Bese a otra, toque y roce otro cuerpo que no fuera el tuyo, pero ahora estoy aquí tirado, muriéndome, y me do cuenta de lo mucho que te quiero, pero esto no puede seguir, tengo que decirte, que tengo miedo de que estos sean mis últimos momentos, y no poder recuperar tanto tiempo perdido, tiempo perdido contigo. Muchos famosos tienen frases que quedan grabadas, solo porque las dijeron unos famosos, yo quiero que recuerdes la mías, el amor no existe, existe una persona, existe ese alguien que hace que tus días pasen mas rápido, que tu cuenta atrás de inicie al conocerla, pues todo el tiempo del mundo nunca es suficiente para estar a tu lado. Con estas palabras solo pretendo conseguir que entiendas, que lo nuestro no fue ninguna tontería, solo quiero que comprendas que tengo miedo de irme de este mundo, y no haber podido disfrutar mas tiempo a tu lado" Sabía que se iba a morir, y no tuve mas opción que esperar días y días hasta que pasara lo evidente...
-Lo siento, dije casi llorando.
+ No volví a enamorarme, eso son los olvidos, que trato de no volver a recordar pero no puedo, son visibles, todo el mundo me lo nota... y el... está enterrado.
¿Sabes que aprendí todo este tiempo?, que ya nada vale en este juego llamado vida. Dicen que la vida son tres días y que hay que disfrutarlos, yo creo que mi vida ya se alargó lo suficiente como para querer abandonarla.
- Estás bien?
+ Estoy feliz, de haberlo conocido.
- Me gusta tu manera de contar las cosas, no se, nunca me paso nada parecido a lo tuyo, y me pongo en tu lugar.
+ Me estoy muriendo, dijo claramente mientras caían de sus ojos marrones alguna lágrima.
- Que? dije bastante sorprendido
+ Tengo sida, si, se que ahora mismo estarás pensando, cada guarra, seguro que es una fresca que se tira a todo lo que se mueves, pero no, no es así, no todo es como en la televisión. El me contagió, si, esos cuerpos que toco que no eran el mío estaban infectados, el se contagió, y luego yo. No me gusta mucho la vida tal y como se representa, antes seguía mis propias normas, ahora no sigo nada, no sigo nada más que el camino hacia la muerte.
- Pero te puedes curar, todo tiene solución. Acabamos, añadí.
+ Claro, para ti es muy fácil decirlo, tu jamás estarás en mi situación. Ojalá no tu hubiera contado nada.
Se marchó de mi tienda.
Ya no se que hacer, ni que consejos dar, puede que no todo sea tan bonito como yo creo que es.
Ahora debo ponerme con el chico que lleva todo el día esperando a que le atienda, empecemos.

viernes, 9 de marzo de 2012

#2

- Hola, (le dije a mi primer cliente)
+ Hola, (me respondió)
-Tu nombre?
+ Sandra.
- Que tatuaje te gustaría hacerte?
+ Unas costillas.
-Alguna referencia?
+ Si, justo en su costilla correspondiente tatuado lo quiero.
- Alguna foto?
+ Si toma.
(10 minutos después, ya con la plantilla echa)
- Bueno, empecemos.
+ De acuerdo.
- Me cuentas un poco de que va tu tatuaje?
+ No quiero aburrirte con tonterías.
- Me gusta escuchar, se me da bastante bien, venga, que no te de vergüenza.
+ De acuerdo, te lo cuento. Dijo secamente
- No ves? Al final hablar es lo mejor. 
+ Si. dijo forzando una sonrisa
Empecé a tatuarla y ella comenzó a contarme su historia.
+ Yo de pequeña, tenías problemas de sobrepeso, me llamaban Sancha, un mote que me quedo durante muchos años.
- Sancha? La interrumpí.
+ Si, por Sancho Panza, de el libro de Don Quijote. Puedo seguir contando mi historia?
- Si, lo siento.
+ No pasa nada. Pues eso, que me llamaban Sancha, y no tenía amigos, me sentía discriminada, sola, desde pequeñita no fui nada habladora a causa de eso, y con los años todo fue empeorando, ya en 6º de primaria me llamaban, gorda, obesa, vaca... Te juro que no lo soportaba, era muy duro, en el instituto todo empeoraba, los insultos iban a mas, y mi depresión aumentaba, me sentía sola. Aún recuerdo un día, en el que vino mi madre y me dijo, "Sandra, que te pasa cariño? Llevas días sin comer." Yo simplemente inútil de mi le contesté "Nada, cosas mamá", "Que cosas?" me decía ella, "Mamá cosas joder!, dejame!", me estaba haciendo daño a mi y a mis seres queridos.
4 meses y medio después era una chica normal, me empezaba a ver guapa, empezaba a ser feliz, amable y a relacionarme con todo el mundo, empezaba a tener una vida, salía por las tardes, incluso llegara a enamorarme, de aquel chico, Jandro, no era muy guapo, pero tenía una personalidad que me derretía, una de mis amigas me animaba a que se lo dijera, parecía que le gustaba, y a raíz de eso empezamos a salir, estaba enamorada de el, mi primer amor a los 16, todo era genial, pero algo fallaba, de aquella pensaba que era normal, pero no, no lo era, me sentía mala persona, sentía que no era bueno lo que hacía, cada vez que comía, no se, no era yo, me enfadaba, las pagaba con cualquiera y me encerraba a llorar, todo era malo, negativo, mi novio me lo notaba, mis padres, amigos, y de mas, todo el mundo, todo el mundo me decía que no estaba bien, todo era como, ¿porque? ¿porque como si no voy a morir?, lo único que hago es engordar, por cada cosa que me llevo a la boca me hago fea y desagradable a la vista de cualquiera, podría hacer deporte, pero no, sería ser muy hombre, me decía a mi misma, tengo que ser una chica elegante y modelo, de revista. Los días pasaban, pesaba 43  Kg. y medio, y medía 179 cm., pero me miraba al espejo, y era gorda, mas que antes, si se me notaban las costillas, pero eso es normal, le pasa a cualquiera, no me gustaba lo que veía, tenía que salir de ahí de cualquier manera, cualquiera, claro, como no, a mi lado estaba el retrete, es lo que debo hacer, pensaba, me acerque, introduje los dedos hacia mi campanilla, y empecé a vomitar, lloraba, pero me sentía bien, era lo correcto. los meses pasaban, y me quedaba sin amigas, no me soportaban, siempre de malas, mi novio no me dejaba, era fantástico, pero me decía que ya no era la misma, estaba demasiado delgada. Iba al psicólogo para intentar saber que era lo que me llevara allí, no hablaba, prefería callar, y llorar, con los años todo empeoraba, mi novio me dijo, "O tu enfermedad, o yo, elige", yo le decía, "¿Que enfermedad?, no quiero que me dejes, pero si me dices eso me vas a tener que dejar, yo no tengo ninguna enfermedad", el me dijo, "Lo siento, no podemos seguir juntos, mi cobardía me hace débil, no puedo verte así, te quiero, pero no, no quiero ponerme malo con todo lo que te está pasando, adiós", yo le gritaba llorando "¡No te vallas! ¡Por favor! ¡Eres lo único que me queda! ¡Besame! y olvidemos todo, borrón y cuenta nueva, seamos felices, caminos juntos, seamos un tú y yo" lloraba, no paraba de llorar, el también en esto me dijo, "¿Ser un tu y yo?, lo siento, eso no es posible, eres una acomplejada, te transformaste en un bicho, eres fea, ¿De acuerdo?, eres demasiado delgada, y siempre estás amargada, lo tuyo no es normal, y yo no salgo con anormales" En ese momento me derrumbé, no podía creer que esas palabras salieran de su boca, el se fue, y yo me quede sola. Así paso el tiempo, tengo 19 años, y me estoy haciendo mi primer tatuaje, que representa..
- ¿Tu historia? La interrumpí.
+ No.
- ¿Como? Le dije un poco asombrado
+ Mírame, y dime que no soy gorda, me estás tatuando, lo tienes que ver.
- No no eres gorda, se nota que te estás recuperando.
+ Tuve una etapa donde me atracaba a comer, pero ahora ya hago bien.
- Comes lo necesario, ¿verdad?
+ Si.
- Me alegro de que te recuperaras.
+ Gracias, yo también me alegro, por mi claro.
- Bueno, ¿y tu tatuaje va por tu historia?, ¿para recordarte lo que eras y lo que eres ahora?, ¿para no derrumbarte?, Bueno acabamos, añadí.
+ No.
- Entonces... ¿Porque va?
+ Por como quiero ser.
Se iba apresurada de la tienda.
- ¡No te vallas! Le gritaba. ¿Tu no te has recuperado, verdad?
+ Yo nunca estuve mal, me dijo fríamente.
Se marchó de mi tienda. 
No podía creer lo que influenciaban unas palabras, me quede todo el día pensando en aquella chica, y en su historia, no estaba recuperada, yo pensaba que se hacía el tatuaje por todo lo que tubo que luchar para recuperarse, pero no, lo hizo para auto convencerse de que estaba gorda y no comer, lo que tenía que alcanzar era la costilla, que le fueran visibles. Estuve con remordimientos toda la tarde, pero al fin y al cabo, yo no sabía nada, ¡que triste!, me decía a mi mismo, yo no tenía la culpa de nada, esa chica se estaba consumiendo a si misma, no me quiero ver nunca en su situación, pero tengo que seguir trabajando, no me puedo detener, tenía a un hombre sentando esperando para hacerse un tatuaje, tengo que contratar a alguien. Debo volver al trabajo. 


sábado, 3 de marzo de 2012

#1

Hoy empiezo, hoy empiezo a trabajar en mi pequeña tienda de tatuajes, es humilde, no quiero gran cosa.
Me encanta tatuar a la gente, todos los tatuajes tienen un sentido especial para cada persona, y eso me encanta. Aún que parezca increíble yo solo tengo un tatuaje, muy importante para mi, es un pequeño tatuaje, el lazo del cáncer lila, el que representa todos los cáncer. Mi tía sufrió cáncer 6 interminables años, todo era feliz, y perfecto, hasta que quiso tener hijos, tras intentarlo interminables veces se dio cuenta de que algo fallaba, se fue a hacer pruebas, y dieron positivo, positivo en cáncer. Ella era una persona maravillosa, y querida por todo el mundo, ella se relacionó con mucha gente en su misma situación, y se apoyaban mutuamente, parecía perfecto, pero un día, un triste día, se descontroló, totalmente, en marzo de 2011, estaba bien, y de repente algo fallaba, no iba bien, el cáncer se extendía, se estaba muriendo, y ella no lo sabía. Aún recuerdo esas palabras salidas de su boca: -"Me estoy muriendo, y no me los estais ocultando". Triste, al fin de todo, es bastante triste. Ella murió un 30 de marzo, en 2011, mis lágrimas no se contenían, salían solas, y ahora, casi un año después sigo llorando, solo con oír, "Murió de cáncer", eso ya me basta para derrumbarme y no ser yo mismo. Se incineró, y sus cenizas fueron derramadas en cuatro sitios de España, por un comentario que hizo una vez, su último deseo lo cumplió mi tío, después de todo, su historia es una historia de valentía y lucha constante, por eso, tengo una marca en mi piel, que me recordará todos los días, que luchar, es la opción que debe tomar toda persona por lo que tenga la mas mínima cosa por la que vivir, te doy las gracias, por todo lo que me concienciaste de la vida, que gracias por ser mi tía, y por todo lo que luchaste.
Entra mi primer cliente, me voy a trabajar.