sábado, 16 de junio de 2012

#7 (2ª temporada)

La conciencia corroe a lo inadecuado, me decía aquel hombre, aquel cura que pidiera para poder hablar con alguien, aun que solo fuera de cosas absurdas, cosas en las que no creo.
+ Si te comportas, y rezar una hora diaria, Dios te perdonará, y podrás entrar en el cielo, y ser un cristiano más, me decía aquel cura.
- Si padre.
+ Adiós, que Dios esté contigo en todo momento. Amén.
- Amén padre.
- No se vaya!, dije antes de que se fuera.
+ Puedo hacer algo más por ti hijo mío?
- Como lo haces?
+ Lo que?
- Tu trabajo.
+ Es muy sencillo, solo tengo que estar con Dios en todo moment...
- Yo no digo eso, - lo interrumpí- digo que ser cura debe de ser muy difícil. En que universidad de sacaste el título de arte dramático?
+ No te entiendo hijo, ¿Que me quieres decir?
- Tienes que hacer creer a todo el mundo algo que tú no crees, y para eso hay que ser muy buen actor, tendrás  que estudiar, ¿verdad?
+ Que burla! Dios te da el bautizo, la comunión, confirmación, te casa, te deja ir al cielo, ¡Y tu te burlas de su existencia! Después de todo lo que te ofrece!
- No hice nada de eso, y jamás lo haré.
El cura se fue, después de hacerme proposiciones de bautizo, muy baratas, lo mandé con respeto junto a Dios.
+ Tienes visita -se escuchó decir a un guardia-
- Amiga?
+ Esa soy yo, mira.
- Que!? Nuestro tatuaje está acabado! En tu brazo! Ese no era el trato!
+ Pensé que te haría ilusión...
- Todo lo contrario, lo tenía que acabar yo. Hasta nunca.
+ Pero espera! No te puedes ir así! Ven!

DE VUELTA EN CASA.


Estoy en casa, al fin, lo que mas me apetece es leer un libro, "La soledad de los números primos", este ya lo leí, pero me encantó, la parte en la que la protagonista se hace un tatuaje del que se quiere librar, me hizo llorar, una persona no se puede librar de un tatuaje, un tatuaje es para toda la vida, y hay que pensarlo mucho, pobre chica, me recuerda a mi a su edad, solo, y sin amigos, con una única amiga, con la que ahora, desgraciadamente, ya no me hablo, por un tatuaje, pero era nuestro tatuaje, y lo tenía que acabar yo.
Debo volver a la tienda, se la dejé a la nueva chica, que ganas de volver a ver todo.
La tienda está igual, un momento, hay una nota, "Me largo, esto es una mierda, que te cunda". Que irresponsable.
+ Hola - dijo el primer cliente del día -.
Ya tengo un cliente, si apenas acabo de abrir la tienda.
- Buenas tardes, -dije contento-, que te quieres tatuar?
+ Unas zapatillas de casa.
- Muy bien, empecemos.
+ Vale -dijo contento-.
- Me cuentas algo de este tatuaje? Es muy curioso.
+ Plaf, plaf, plaf.
- Que?
+ Es el ruido, es el ruido que hacía mi abuelo al caminar con sus zapatillas, odio ese ruido.
- Ah,
+ El se murió, yo lo quería muchísimo, cuando mi madre se quedó embarazada, y no se quiso hacer cargo de mi, mi abuelo, viudo aceptó quedarse conmigo, el me quería, y yo aún no naciera, el siempre me decía que la vida es afortunada para el que tiene pan que comer y salud. Recuerdo cuando me hacía barquitos de papel de periódico sentando, contándome cosas de su infancia. Él era todo lo que tenía, y todo lo que me hacía falta para ser feliz, y ahora que no está -comenzó a llorar- mi vida es una absoluta mierda, me pregunto porque me tatúo sus zapatillas, ¿porqué echo de menos las cosas que no me gustaban de el? Por que?
Me despierto, y sigo en la celda, todo fue un perfecto sueño, donde estaba en mi perfecta casa,en mi perfecta tienda, con mis perfectos clientes, en vez de tenerlo todo, me quede sin nada, por no socorrer a quien mas lo necesitaba. Soy un monstruo, y como ahora soy un monstruo, me he de comportar como tal.