viernes, 28 de diciembre de 2012

#13

Estoy en cuarto de la E.S.O., tengo 15 años, y de mayor quiero ser tatuador, pero la gente no me lo pone fácil. En mi clase estamos solos una amiga y yo, mientras el resto de mi clase está en grupo. La quiero mucho, y por eso no la quiero perder.
Cuando toca el timbre no voy a casa, no, voy a un sitio que no me gusta. Me pongo botas de trabajo y ropa de obra, y con el hambre de 6 horas sin probar bocado ayudo a mi cansado padre en su trabajo de obras. Dice que su trabajo es muy cansado, y que no tiene porque hacerlo el todo. En parte siento que tiene razón, pero no se, necesito descansar. Yo cumplo con mi obligación, a pesar de que cada día se me hace más pesado el estar en ese asqueroso sitio, en el que se ríen de mi y me insultan.
Hay un chico en mi clase, Pablo. Él es muy guapo, ya mide 1,8 metros, es moreno, ojos verdes, tiene unos abdominales muy definidos y todas las chicas quieren salir con el, mientras que a mi me desprecian por tener una madurez superior a la que debería tener a mi edad.
Se que a esta edad ya tengo que empezar a salir por la noche, es más, tendría que salir por el día, cosa que no hago. Mas que nada porque prefiero quedarme en casa leyendo libros de historia, pues tengo una extraña adicción por la historia naci, me fascina todo lo relacionado con ella. Se puede decir perfectamente visto desde los demás adolescentes de mi edad que soy un prototipo de "friki", pero yo solo me veo como una persona que tiene talento, y que tarde o temprano, revolucionará al mundo, seré grande.
Es enero y empiezo la segunda evaluación en este curso. Tenemos que hacer un trabajo por grupos de cuatro en historia, y como siempre que elige la profesora los grupos me pongo a temblar, sabiendo que me va a poner con gente con la que no me llevo para que me relacione, pero eso no es lo que quiero, yo lo que quiero es hacer el trabajo solo o con mi amiga, me da igual tener que hacer el doble. No me parece justo que tenga que ir con los subnormales de turno que se meten conmigo solo porque la profesoras tenga "fe" en mi.
En este estúpido me tocó con Jandro, Bea y Sara, con gente a la que no soporto.
Jandro es un chico alto y bastante guapo, no es como Pablo, pero le tengo bastante envidia, sobretodo cuando me mira y me dice, "¡Pequeño!, vete a jugar a otro sitio anda." cuando lo único que hago para que me diga eso es ser el más bajito de clase.
Bea es una chica normal, no es nada del otro mundo. Pero no comprendo bien como puede tener tantos chicos detrás y sacar notas mejores que las mías. Yo siempre pensé que las notas iban ligadas a tu "popularidad", pero no entiendo muy bien como está organizada mi instituto. Tal vez no lo entiendo, porque no formo parte de ningún grupo.
Queda Sara, que es una chica normal y corriente. No habla con demasiada gente pero sabe relacionarse en grupo, parece que aprovecha la mas mínima oportunidad para relacionarse, ya que le cuesta. Pero no se meten con ella, y tiene a sus amigos en otras clases, cosa que yo no tengo.
En este trabajo no se están metiendo mucho conmigo, más que nada porque pretenden que haga yo la mayoría, y eso me fastidia mucho. Pero no voy a protestar ni reclamar a la profesora, me tengo que fastidiar y punto.
Últimamente estoy muchas más deposiciones de lo normal, creo que tengo diarrea. Algunas veces mis deposiciones tienen sangre. Esto primero no me asusta, pero lo segundo si, aunque seguramente sea consecuencia de las obras y no tenga importancia
Mi amiga es perfecta, es como la persona que me anima cada día, la única persona que sabe mis estúpidos problemas, ya que no tengo a nadie a quien contárselos, y me ayuda bastante con ellos. La quiero tanto, no la cambiaría por nada de este asqueroso mundo y menos por nadie de este asqueroso instituto.
Mi familia es una familia normal, se podría decir que acomodada. Aunque siempre me sorprende la tacañería de mis padres, pues "de un vaso roto fabrican unas lentes". Puede que esta última expresión no sea la más adecuada para describirlos en este aspecto, pero creo que lo envuelve bastante bien.
Últimamente no tengo nada de hambre, pues el otro día después de ir al instituto y de ir a trabajar llegué a casa completamente sin hambre. Llegué me di una ducha y me eché a dormir.
Mi madre cree que tengo algún tipo de trastorno alimenticio porque nunca como nada, pero se perfectamente que no lo tengo, nunca me importó lo mas mínimo mi físico, solo es que nunca tengo hambre, absolutamente nunca, y si, ya se que es malo perder tanto peso para mi salud y que pierdo nutrientes y todo eso que sabe Dios que lleva, pero es que quiero comer, pero me veo incapaz.
Llevo dos días sin ir a clase y a trabajar pues me encuentro bastante mal, no como y vomito continuamente, sin ninguna razón aparente. Aparte de todo lo que estuvo pasando estos días por lo que me encontraba mal, ahora, y de repente también tengo un dolor en el abdomen constante. Mi madre me va a llevar esta tarde al médico, pues no tengo fiebre, y está bastante asustada, aunque yo le repito que solo tengo que descansar, que no es nada.
Estoy en el hospital, el médico está bastante preocupado y aún no nos dijo el por qué. De repente y sin dar explicaciones me mandan a otro sala a hacer una colonoscopia, estoy bastante asustado porque dicen que duele bastante, o eso he oído. El médico me explicó que durante esta prueba me tenían que hacer una biopsia, y para eso necesitan tejido, dice que puedo sangrar un poco, pero que no me preocupe, que eso cesará en poco tiempo. También me advirtió de que voy a sentir bastante dolor, y que tengo que estar relajado para la prueba.
Al acabar de realizar la biopsia me dijo que esa muestra se tendría que enviar a un patólogo, donde en su laboratorio examinará la muestra de tejido y luego nos dará un diagnóstico. Tendremos que esperar unos pocos días para saber el resultado.
Llevo unos días sin ir al instituto y estoy preocupado por mi amiga, ella al igual que yo no tiene a nadie más con quien estar, ni en clase, ni en el recreo, lo debe de estar pasando bastante mal, y me siento mal por dejarla sola.
En casa me están tratando como a un rey, hasta mi padre me pidió perdón por hacerme trabajar con el, pues cree que el es el culpable de mi estado, aunque yo confío en que no, y ya le dije que eso no es así, tal y como el lo plantea.
Ya pasaron unos pocos días desde las pruebas, y nos llamaron para ir mañana a las 10 de la mañana a recoger las pruebas, mis padres están muy nerviosos y preocupados por mi, se lo noto, pero yo confío y vuelvo a confiar en que no tengo nada, creo que todo mi estado es bastante exagerado.
Ya son las 10 de la mañana, y estoy en la sala de espera del hospital, esperando a que el médico me llame para darme el diagnóstico. Como siempre, tarda más de los esperado para atender a sus pacientes. De repente grita mi nombre, y entro junto a mis padres en la sala, el médico parece que abrió la carta con el diagnóstico, y está bastante raro, creo que mis padre tienen razón, y va a ser que tengo algo.
- No se como decirles esto... -dijo el médico con pesadez-
+ Dígalo ya por favor, lo que tenga que tener ya lo tiene, pero no alargues más la espera por favor -dijo mi madre en una angustia en la que rara vez la viera-
- Su hijo, su hijo tiene cáncer de colon, tendrá que someterse a un tratamiento de terapia y tendrá que ser ingresado mañana, además... -dijo el médico aguantando las ganas de llorar-
Mi madre lo interrumpió llorando sin parar, mi padre se hizo el fuerte abrazándola, y yo no reaccioné.
Pedí a mis padres que del instituto solo informaran a mi amiga el por qué de mi ausencia, y a nadie más. Ninguno de esos gilipollas merecen saber porque falto tanto a clase. Y los compañeros para el trabajo que se jodan y que lo hagan ellos solos, sin el pringado de turno que se lo haga.
Estoy en una camilla de hospital cuando de repente entra mi amiga por la puerta, hablamos unas 2 horas, y después se va, prometiéndome una nueva visita, que tanto ella como yo, sabemos que nunca va a llegar.
Y ahora solo soy capaz de pensar en aquella frase, que no sé donde la escuché, ni quien la citó, pero me describe perfectamente, pues "solo sé, que no se nada".
Despierto ante una pesadilla de mi adolescencia, pues no sé por que soñé todo esto, pero me hizo recordar bastantes cosas. Tal vez tenga relación con que me desperté en una camilla de hospital, me desperté donde dejé el anterior capítulo de mi vida, del cual no tengo ganas de recordar absolutamente nada, no lo pasé peor en mi vida que en esa época, y espero no volver a pasarla jamás.
- ¡Se ha despertado! -gritaba una voz de fondo-.

FIN DE LA SEGUNDA TEMPORADA.



No hay comentarios:

Publicar un comentario