sábado, 28 de julio de 2012

#9

Llevo 2 meses como camarero, echo de menos mi tienda, pero por lo menos quedé libre de cargos, era inocente. Pero me siento igual de miserable que antes.
+ Tío! A trabajar, que el dinero no cae de los árboles. -dijo mi gran amiga-
- Eres enorme, gracias por todo. -le contesté-.
+ Que si hombre que si. Pero ponte a trabajar anda.
- Tenemos que hablar, pues aún no te di las gracias por todo lo que haces por mi.
+ No hace falta hombre. -dijo alargando sus palabras-.
- Insisto.
+ Hablamos ahora, espera que voy a cambiar tu descanso y el mío por el de Catarina y Andrea.
- De acuerdo.
+ Hecho. Vamos a hablar impaciente.
- No puedo decirte otra cosa que gracias por ayudarme con todos mis problemas, la cárcel, la tienda, el trabajo, y todo lo demás. Dicen que las personas que van a estar contigo apoyándote toda tu vida se cuentan con los dedos de una mano. Y tu eres uno de esos dedos. Y como no puedo decir más de lo que estoy diciendo, espero demostrarte día a día lo importante que eres para mi. Espero que no me faltes jamás. Nuestros tatuajes lo dicen todo. Y en este momento, eres gran parte de mi todo.
+ Gracias, yo también te quiero muchísimo, -dijo emocionada- pero ya sabes que todo esto lo hago porque me importas, y te quiero muchísimo. Y te recuerdo que me fui cuando tenías, ya sabes, y eso jamás me lo perdonaré. -dijo llorando-.
- Ya tuviste suficiente castigo, ¿No te parece?.
+ Es cierto, y tú también. Juntos podemos con todo.
- Juntos, siempre.
+ Y para siempre.
- Hasta que no podamos más.
+ Bueno! A callar! y vamos a trabajar, que ya es hora. -dijo riendo emocionada-.
- Vamos entonces. 
> ¡Eres tú! ¡Hijo de puta! ¡ Mi hermano está muerto por tu culpa! ¡Cabrón! -Dijo un hombre bastante alterado-.
Ese hombre se echó encima mía, me tiró al suelo y me hizo daño, no me opuse a sus golpes, era una liberación por mi acto, aun que fuera reconocido inocente, me sentía culpable.
+ ¡Quieres dejarlo en paz? - Mi amiga se echó directa al hombre, por la rabia provocada al ver que caía otra vez en la misma miseria-.
Los golpes eran tantos que uno dio a un ojo de mi gran amiga, dejando su ojo marrón completamente rojo, lleno de sangre. No se si quedaría el ojo en su lugar.
La fui a socorrer rápidamente mientras el hombre estaba paralizado por lo que acababa de cometer. Llamé al 061 para que la viniera a socorrer una ambulancia, y llevarla al hospital.
Llamé al hombre gilipollas, idiota, subnormal, retrasado, hijo de puta, y demás insultos, pero únicamente se rebotó cuando lo llamé maricón soplapollas, por lo que se echó de nuevo encima mía , pensando que lo insultaba por su hermano. Caí encima de mi amiga, ella harta se levantó herida, resbaló con su sangre encima del mostrador, lo que le hizo agarrarse a la barra donde había un cuchillo, que saltó por el aire y calló al lado del hombre. El por la rabia me quiso acuchillar, mi amiga se puso delante de mi, y le clavó el cuchillo a ella en el estómago. Cuando llegó la ambulancia hicieron imposibles por reanimarla, pero ya perdiera demasiada sangre. 
+ Sigues siendo el de antes, no lo olvides. -dijo mi amiga con todo su aliento y dolor-.
Los médicos se la llevaron, pero no prometieron nada. Nadie pudo ir con ella en la ambulancia.
Se me olvidó llamar a la policía, ni me atreví a llamar. Llamé a un taxi, y nada más llegar me fui solo al hospital. La gente en el bar estaba demasiado alterada. Por el camino fumo mi de mi pipa, el taxista me deja.
Mis lágrimas caían como oso que no hiberna. Era incapaz de llorar, estaba bloqueado.
Fue pagar al taxista, y entrar corriendo en el hospital, y preguntar por mi amiga.
+ Su amiga perdió gran cantidad de sangre, y la la herida por arma blanca dañó a dos órganos internos. No ha podido sobrevivir. -me dijo la enfermera-.
Me eché al suelo de inmediato, llorando, como oso que hiberna.
+ Tendrá que hablar con la policía, y contarles todo lo que sepa. Lo acompaño en el sentimiento.
- Gracias. ¿Puedo verla?
+ No es muy recomendable.
- Lo necesito.
+ De acuerdo, sígueme.
Entramos en una sala con algunos cadáveres. La enfermera sabía perfectamente a cual necesitaba ir yo.
+ Quiere que lo deje solo?
- Si, déjenos solos aquí, solo, déjame solo.
+ Como quieras. -La enfermera cerró la puerta con delicadeza, intentado hacer el menor ruido posible-.
Miré el rostro pálido de mi amiga, sin vida, la acaricié, con unos guantes bastante suaves. La quise besar,  darle un abrazo, pero no podía, solo podía hablarle como si me escuchara.
- Todo, lo hiciste todo, y más por mi, y creo que por mi culpa estás aquí ahora, y yo diciéndote unas últimas palabras. Sabes que siempre fuiste enorme para mí. Y que ahora tu ida me da remordimientos por todo.
Seguramente si me pillaras así hace un mes estaría pidiendo a gritos que me encerraran, morir, y diciendo que no me merezco nada, pero tú me diste demasiado, y no quiero que todo lo que hiciste por mi, y que te hizo acabar aquí fuera en vano. Seré el de antes por ti, y más fuerte y valiente por mi. Buscaré trabajo de tatuador donde sea, pero no en un estúpido reality. Te echo de menos amiga. Te quiero.
Lloré hasta que mis lágrimas chocaron contra el suelo, y me di cuenta de donde estaba. Me tenía que ir, quedarme más tiempo no me va a ayudar a superarlo, ni a darme más cuenta de lo sucedido.
- Dejaste una marca enorme en mi vida, y nunca lo voy a olvidar. -dije parando de llorar-.
Ya salí del hospital, y camino con la mente ocupada en mi amiga, y en todas las veces que me caí, y ella me levantó, pero ahora que me paro a pensar, creo que lo importante no es caerse y volver a levantarse, si no continuar a gatas, pero siempre, ir hacia delante como uno pueda, pero no llegar a rendirse nunca.
Voy añadir una cruz a nuestro tatuaje, así que me dirijo a una tienda de tatuajes llamada "Alien", es de las mejores de mi ciudad, y como mi amiga era la mejor, voy a lo mejor.
Espero con nerviosismo mi turno, aún que sea una cosa pequeña, para mi lo que significa es enorme.
Después de espera una hora y algo me dispongo a pasar a tatuarme, sin pesarlo más de una vez.
Ya me colocaron la plantilla, estoy bastante nervioso.
- No quiero que me lo hagas, lo siento. -le dije al dependiente-.
Cogí mi abrigo y me fui sin dar explicación. Pero no me lo voy a hacer, mi amiga no lo tiene echo, nuestros tatuajes son iguales, y si algo cambia, puede que pierda su significado. Tengo que hablar con ella para decidir lo que voy a hacer.
Voy al piso de mi amiga, para preguntárselo. Tengo que ir corriendo, puede que esté preparándose para dar un paseo, como suele hacer a esta hora, tengo que llegar antes de que salga.
De repente me paré en seco, no me di cuenta de que ya no estaba, puede que la falta de mi amiga sea demasiado grande para mi. La quiero muchísimo.




martes, 3 de julio de 2012

#8

MESES DESPUÉS...


- Cuanto dices que me ofreces?
+ 10000 €
- Es una cantidad interesante, pero no acepto.
+ Promocionaremos tu arte, no me digas que no te atrae la idea.
- Hace tiempo que no creo en "mi arte".
+ Yo no deje de creer en el, me podrías llamar admirador.
- Muy bien, pues yo le digo a mi admirador que me deje en paz, y que se meta sus euros donde le quepan.
+ 15000, no me digas que no te atrae.
- Yo no me vendo, ni por mas, ni por menos, directamente, yo no me vendo, ¿entendido? -dije con tono soberbio.
+ No me digas que no es tentador...
- Yo no creo en la tentación.
+ ¡Pero tu crees en algo? ¡Por Dios! Deja esos "principios" tuyos y acepta! Tienes una edad para saber lo que te conviene!
- No.
+ 30000 de apertura, después te daremos más, y más y más...
- Y en que consiste este proyecto si se puedo saber?
+ Ya empezamos a entendernos!
- Estás tardando.
+ Este proyecto es muy simple. Queremos anunciarte a todo el País como un gran artista, un gran tatuador, una persona sensible y demás cualidades tuyas (...). A través del medio televisivo. Te haremos famoso.
- Adiós.
+ Pero...
- A-di-ós.
Al llegar a casa vuelvo a rememorar mi viejo álbum de tatuajes, y veo la gran cantidad de trabajos echos como empleado, y la mínima cantidad como propietario, lo echo todo de menos, ya ni me acuerdo como pasaron las cosas, ya no me acuerdo ni como llegué a vender mi tienda, que ahora está convertida en una pequeña tienda de electrodoméstico. Solo me queda la hipoteca,y nada de dinero para pagarla,  pilas y pilas de periódicos, todos amontonados, sin leer, todos comprados por mi preciosa madre. Cojo un periódico, y tras 20 minutos de fútbol, P.I.B., sanidad, educación, etc., leo un pequeño artículo apartado, titulado, "ANOREXIA: 80.000 CASOS NUEVOS Y 100 MUERTES AL AÑO", Después de leer el contenido de la noticia, observo detenidamente la foto de una joven modelo mostrando su cuerpo demacrado sin miedo, imitando a Isabelle Caro, con una costilla tatuada, en el lugar de su costilla correspondiente, era ella, expuesta como un ejemplo de las 100 muertes anuales. En medio de la noticia había una frase suya, "No dejemos que nos desgasten y maltraten palabras que no conocemos". Era imposible no llorar, era imposible no recordar mi tienda, y todo lo que se fue, y ya no va a volver jamás. No se si debo aceptar, no tengo a donde ir, ni que hacer en la vida, no tengo planes de futuro, ni recursos para empezar de cero, pero aún me quedan principios, puede que sean una absurda idiotez, pero siempre les voy a ser fiel.
Suena la radio "¿When will I see you again? You left with no goodbye, not a single was word said..." Adoro esa canción, todo me identifica con todo para crear unas obras que acaban muriendo, como Sandra. Su batalla está perdida, siempre nos quedará una guerra, en la que cada vez hay más y más participantes, contra un solo objetivo, superar esas críticas sociales, que solo sirven para arruinar vidas humanas.
 Ojos que  no lloran, lágrimas que caen, repetía una y otra vez mi mente, ya no sabía por que lloraba, debía ser una acumulación de todo, no quiero echar para adelante.
Suena el teléfono,
- ¿Amiga?
+ ¿Que te pasa?
- Nada.
+ Voy a tu casa. Ahora.
- En serio, no...
+ No intentes hacer que no me importes.
Colgué el teléfono.
En la pared de mi salón hay colgado un mapamundi, me gusta clavar chinchetas en cualquier lugar del mapa, y imaginarme que hay en el mismo punto donde clavé la fina chincheta, que a escala es enorme, pues lo pequeño es enorme. ¿Quien estará llorando en el pequeño Japón?, ¿Y en Canadá? Llorarán por lo mismo que yo?, ¿Nos separan las enormes diferencias de cultura en estos casos?, la verdad, no lo se, no soy Dios, mas bien, no se nada.
En mi cocina hay loza acumulada para lavar, el cesto de la ropa sucia está hasta arriba, y aún tengo que limpiar toda la casa, esto antes no me pasaba.
Enciendo mi inusual pipa, en la que saboreo el tabaco más barato, echo una calada al aire, que se desvanece como toda la felicidad que tenía.
Pero que hago, lamentándome, soy un idiota, eso es lo que soy, aquel cliente... su familia me debe de odiar, todo el mundo me odia, soy un desgraciado, no tengo donde caerme muerto, cosa que el por lo menos si tubo. En el suelo de mi tienda, por mi culpa.
+ Pero que haces!? Ahí tirado en el suelo, fumando tu pipa, hay mucho mundo fuera, que tu no ves, por la tontería que tienes encima... -dijo mi amiga-
- Tu no sabes lo que se siente, siempre tuviste todo muy fácil.
+ Te recuerdo todo lo que te conté en nuestro reencuentro? Y creo que lo mio era peor, y seguí para delante.
- No todos tenemos la misma personalidad. -dije secamente-.
+ Tu siempre mostraste una personalidad firme, ¿Por qué te rindes ahora?
- No me rindo, admito lo que soy.
+ Eres tonto? Hablas cosas que no tienen sentido, y lo haces muchísimo, estoy harta de que estés todo el día ahí tirado sin hacer nada, ¡Mira como tienes tu casa!, no puedes seguir así, ahora mismo te das una ducha, te vistes y vienes conmigo a una entrevista de trabajo, en el bar donde trabajo necesitan otro camarero, es un trabajo duro, pero es lo que toca.
- No quiero ir, yo no soy camarero.
+ ¡Entonces que eres?
- No soy nada.
+ Eres tatuador, y ahora no vas a poder trabajar de eso, pero ya encontrarás una salida. De momento esto puede ser una muy buena opción.
- Yo lo que soy es un monstruo, por mi culpa el está muerto.
+ No, tu no fuiste un monstruo al dejar que ese hombre muriera, fuiste un monstruo al volver de la cárcel, no eras tú, y ahora no se puede decir mucho que seas tu realmente.
- Y si el no quería morir...
+ El quería morir, estoy segura. Mi amigo no dejaría morir a alguien que no quiere morir.
- Soy humano, y puedo malinterpretar gestos.
+ Eres humano, y estoy segura de que tu gran humanidad hizo que ese hombre dejara morir.
- ¿Y su historia?...
+ Déjate de historias, ya no puedes volver atrás. Date una ducha, y ve a por la entrevista.
- No quiero... ya podría tener un trabajo como Dios manda si quisiera, pero no quiero...
+ De verdad, no te entiendo. Espero que un psicólogo sea capaz de hacerlo.
- Yo lo que necesito es desaparecer...
+ ¡No! Tú lo que necesitas es tatuar, que es lo que te hace feliz. Es trabajo es de tatuador, ¿verdad?
- Algo parecido...
+ ¿Entonces? ¿A que esperas? ¡Acéptalo!
- Aún me quedan principios, y no quiero volver a tatuar.
+ Tu eres tatuador, y tatuar siempre fue una de tus normas.
- Beethoven decía que hay que conocer las normas a la perfección para poder romperlas.
+ Pero eso lo decía otra persona, tú no, tu crees en lo que piensas...
- A veces pensar es demasiado malo.

DATOS:

Isaballe Caro era una modelo y actriz francesa, sufría anorexia nerviosa desde los 13 años. Antes de morir [9/9/1982 - 17/11/2010 (a los 28 años) ], realizó una campaña contra la anorexia, donde mostraba su cuerpo desnudo para mostrar al mundo los peligros de la anorexia y la bulimia.
 Los siguientes enlaces corresponden a las imágenes de su campaña:


http://www.cadena3.com/admin/playerswf/fotos/ARCHI_105404.jpg


http://media.tratamientosbelleza.com.ar/wp-content/uploads/2010/12/isabelle-caro-NOLITA.jpg